Por primera vez en 177 años, la representación de La Pasión de Cristo en Iztapalapa comenzó sin multitudes en las calles.
La expansión comunitaria del COVID-19 arrinconó a esta tradición a la catedral de la demarcación para realizarse a puerta cerrada y ser sólo transmitida en vivo por canales oficiales y redes sociales.
“Recuerda que la Semana Santa en Iztapalapa 2020 fue suspendida debido a la emergencia sanitaria”, informó la alcaldía para evitar concentraciones de personas, que otros años podrían llegar hasta los dos millones de feligreses.
Así, el episodio de La Última Cena transcurrió con la catedral confinada, pues ahí se escenificaron los pasajes bíblicos del Jueves Santo. Y lo mismo ocurrirá este Viernes Santo y Sábado de Gloria.
Ante eso y para inhibir aglomeraciones que multipliquen los contagios, fue cerrada la calzada Ermita-Iztapalapa.
El viernes 10 de abril, también será confinado el Predio de la Pasión, al pie del Cerro de la Estrella, para evitar la concentración de personas.
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La Alcaldía recordó que no se permitirá la presencia de nazarenos en las calles de los Ocho Barrios ni en ninguna vialidad de la demarcación.
Por Manuel Durán
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