La contingencia sanitaria ha debilitado a la arteria central de la CDMX.
En la estación Zócalo de la Línea 1 impera el silencio, no hay filas en las taquillas ni en los torniquetes de ingreso. No hay bullicio. Apenas, unos cuantos usuarios que a su paso no ocultan su sorpresa.
En sus 195 estaciones en 12 líneas, el Metro ha dejado de trasladar alrededor de 53.2 millones de personas. Entre el 4 de marzo de 2020 y el 25 del mismo mes, se registró una baja en la afluencia de usuarios de 44.4 por ciento.
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En Camarones (Línea 7), que corre de Barranca del Muerto a El Rosario, el convoy ofrece decenas de asientos disponibles.
En Martín Carrera (Línea 6), el mago vagonero que transforma globos en flores perdió la magia: el acto se malogra.
La estación con mayor afluencia de todo el sistema, Pantitlán, en la Línea A, luce irreconocible: sólo unas cuantas personas esperan el tren para abordar. Susana Distancia viajaría con una sonrisa genuina.
Entre enero y marzo de 2019, en Pantitlán se movieron por sus pasillos alrededor de 10.5 millones de personas.
También en el Metro Hidalgo (Líneas 2 y 3) algo no cuadra. Los fieles de San Judas Tadeo se resguardaron. Si acaso una veintena toma camino rumbo a San Hipólito.
En contraste, en la estación 18 de Marzo hay filas para todo: entrar, salir y recargar tarjetas. Casi cachete con cachete viajan los usuarios para llegar a Indios Verdes.
[nota_relacionada id=939792]Tenemos que desafiar al coronavirus, si no, no comemos. Vivimos al día y no podemos quedarnos en casa”, dijo Gabriel, albañil que se dirigía al sur de la capital y vive en el Estado de México.
POR CARLOS NAVARRO
eadp