Funerarias, protegidas

Las funerarias de la Ciudad de México cuentan con un protocolo de bioseguridad que se aplica en quienes mueren por enfermedades altamente infecto–contagiosas, como el VIH-Sida, cualquier tipo de influenza, hepatitis tipo B y ahora el coronavirus.

Las medidas inician desde el traslado del cadáver, de un hospital o una casa hasta las instalaciones funerarias para su velación o cremación, creando un “cerco sanitario” que cumple con las reglas de higiene para impedir cualquier tipo de propagación, resaltando que, en el proceso inicial, el virus se debilita totalmente, quedando blindado el cuerpo al ser embalsamado.

Al recoger un cadáver, el personal utiliza lentes, cubre boca y guantes, como primera medida.

Manuel Ramírez, Director General de la Casa FunerariaJ. García López” señaló que estos son los pasos del procedimiento de atención en este tipo de casos.

[caption id="attachment_921607" align="aligncenter" width="480"] Gráfico: El Heraldo de México[/caption]

“Con una sanitización o asepsia básica. Los operadores cuentan con aspersores que limpian todas las superficies, incluso el forro que se coloca en el cuerpo, el cual tiene que estar sanitizado”, comentó.

Al llevarse el cuerpo en la carroza, este tiene que ser envuelto en una sábana que es rociada con los elementos de higiene. Al llegar a la funeraria, el equipo de embalsamadores cuentan con germicidas, virucidas y bactericidas, que eliminan tanto esporas como cepas, y preservadores natos nacionales y de exportación, que garantizan que se lleve a cabo la velación, en un entorno totalmente salubre.

Manuel Ramírez comentó que las funerarias “serias” se deben apegar a lo que las autoridades de salud indiquen y hasta el momento, estas, no han manifestado ninguna comunicación que precisen si los cuerpos pueden o no ser velados o que tengan que ser, principalmente sepultados o cremados ante el avance de la pandemia de coronavirus y eventuales decesos.

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Por Almaquio García
lctl

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