En julio de 2017, en el DIF Ciudad de México se recibió una llamada telefónica de quien dijo ser tía de Fátima, entonces de 4 años; expuso que existía descuido y negligencia generado por la progenitora y padrastro.
Todo consta en un ficha informática que dio a conocer el DIF local.
Lo anterior revela que tanto el DIF Nacional como local tuvieron conocimiento pleno de la situación que vivía la menor, pues incluso hubo quien pidió la custodia de la niña.
“(La denunciante) ... solicitó orientación para el proceso de guarda y custodia de sus sobrinos, mismo que se le proporcionó, posterior a esa fecha no se tiene ninguna interacción con la solicitante”, detalló el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en una tarjeta informativa.
En 2015, expediente por descuido y maltrato
Antes, en noviembre de 2015 ya se había abierto un expediente por descuido y maltrato emocional hacia un niño y dos niñas. Ahí, Fátima tenía apenas dos años.
De esa forma se sabe que el expediente de la familia Anton Fernández se inició por denuncias específicas, pues se refirió descuido y maltrato hacia los infantes.
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“En noviembre de 2015, un trabajador social del DIF de la Ciudad de México asistió al domicilio localizando a la señora M.M.A.F., quien informó que estaba siendo atendida por una trabajadora social del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Nacional). Después de esta revisión se anexó al expediente una copia del citatorio de DIF Nacional.
“En el mismo mes, un trabajador social del DIF de la Ciudad de México corroboró que la madre de familia era atendida por una trabajadora social del DIF Nacional, quien admitió tener el mismo reporte de maltrato, realizando intervención social”, se agrega en el documento.
En febrero de 2016, el DIF CDMX dio por concluido el expediente.
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Por Manuel Durán
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