La modernización de las unidades del transporte público en Puebla va a supervisarse hasta en seis meses, a través de un proceso de revista vehicular y operativos aleatorios, para comprobar que las 14 mil 300 concesiones cumplieron con el programa pactado en octubre de 2019 y que fue el aval para el aumento de la tarifa de 6 a 8.50 pesos.
El secretario de Movilidad y Transporte, Guillermo Aréchiga Santamaría, rechazó que haya prórroga a los transportistas, sino que se consideró no afectar a los poblanos con los operativos y además actualizar el padrón de transportistas, del cual no se tenía un registro.
En un recorrido realizado por El Heraldo de México, se constató que la mayoría de las unidades carece de las cámaras de seguridad, así como del sistema GPS, instrumentos que deben estar conectados al C5, para que en caso de una emergencia, los cuerpos de seguridad sean alertados.
Don Juan Jiménez conduce una unidad de la ruta 50, que recorre el sur oriente de la capital del estado. No pudo reunir los 15 mil pesos que cuestan los equipos de seguridad, por lo que espera no encontrarse con operativos y que su turno de la revista sea en unos 15 días, porque le falta poco para reunir el dinero.
Aréchiga Santamaría indicó que, en promedio, se estima revisar al día 150 unidades.
Para Mónica Rodríguez, usuaria de la ruta Libertad-Cuauhtémoc, de nada va a servir la instalación de las cámaras si no se mejora la seguridad pública en la ciudad.
El funcionario dijo que se va a revisar el estado físico de las unidades, como es la pintura, hojalatería, asientos y el estado mecánico, además de la antigüedad de los vehículos y si incorporaron las medidas de seguridad. En aquéllas que presenten una falla menor durante la revisión, se reprogramará el pase de revista y van a tener una infracción.
Hasta mediodía de ayer se habían retirado dos unidades: una de la ruta 11 y otra de la 5, por estar en malas condiciones y no tener los equipos de seguridad.
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Por Claudia Espinoza
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