PEREGRINOS

Mañanitas a la Virgen, desde casa

Las cercanías de la Plaza Mariana lucen sin peregrinos

NACIONAL

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LA FE. A la distancia, detrás del cercado dispuesto, un par de fieles mostraron su devoción. Foto: Daniel OjedaCréditos: Foto: Daniel Ojeda

De tantos años de peregrinar a la Basílica de Guadalupe, Simón Lozano ya perdió la cuenta, pero nunca vio sus alrededor sin gente ni bullicio.

El dispositivo de las autoridades para inhibir la visita de peregrinos, al menos hasta la tarde de ayer, dio resultados.

“Tengo 72… vengo desde los siete, ocho…, no me acuerdo…”. 

La actual Basílica, atajó, aún no estaba construida durante su primera visita.

Acudía a la anterior sede, que en 1976 fue cerrada para trasladar el ayate de Juan Diego. Asiste cada diciembre desde Santiago de Anaya, Hidalgo.  

Ayer, durante el primer día de operativo para inhibir la llegada de los fieles y evitar la propagación masiva de COVID-19, Lozano llegó sin compañía, con apenas una sudadera blanca y casaca roja, un pants azul remendado, tenis rotos, cargando una bolsa roja con barbacoa y tortillas para dos días.

Sabía que la Basílica estaría cerrada y el Tepeyac cercado, pero no podía faltar al cumpleaños 489 de la Virgen. Foto: Cuartoscuro

Sabía que la Basílica estaría cerrada y el Tepeyac cercado, pero no podía faltar al cumpleaños 489 de la Virgen.

“Aunque me manden hasta Tlatelolco, ahí me quedo hasta el 12 de diciembre. Que canten Las Mañanitas y me regreso. Eso es todo lo que quiero. Le debo mucho, por ella vivo…”.

La víspera, la zona registró una afluencia casi nula de peregrinos. Los cortes viales y cierres peatonales en torno a la Basílica fueron reforzados.

Hasta el mediodía, las autoridades de la Alcaldía Gustavo A. Madero tenían registrado el paso de apenas 165 visitantes. 

Para el Operativo Peregrino Quédate En Casa 2020 se desplegaron cinco mil funcionarios de distintas dependencias, cuerpos de emergencia y policías.

Además, la Guardia Nacional quedó a cargo de la Plaza Maraina, uno de los destinos religiosos más visitados del mundo y que estos días solía recibir a más de ocho millones de fieles.

 

Por Manuel Durán