Jorge Jorge Barrera Ríos, desaparecido desde el 26 de octubre, recibió un mensaje de sus compañeros de la Preparatoria 5 de la UNAM para que acudiera a presentar un examen de Geografía, pero 10 minutos antes de llegar, se dio cuenta que se trataba de una broma.
Tenía un año de no ir al plantel, donde recursaba materias del primer año, pues debía trabajar para mantenerse. Al percatarse del engaño, manifestó su desilusión y molestia en dos mensajes de audio para los bromistas. “Me hicieron pasar un muy mal rato. Puedo suponer que muchos de ustedes tienen internet en su casa. No tienen que preocuparse casi por nada, sus papás trabajan. Algunos tienen más ventajas. Habemos muchos más que no tenemos esa posibilidad”.
El día que desapareció, Jorge vestía una chamarra negra con una franja gris; pantalón azul de mezclilla, tenis blancos con negro, una gorra azul con el logo de los pumas y una mochila verde claro.
Iba presuroso tras salir de su casa, en la colonia Ampliación Isidro Fabela. No había visto su teléfono celular para ahorrar energía ya que contaba sólo con 2 por ciento de batería, pero cuando revisó los mensajes, se dio cuenta de que todo fue mentira.
De hecho, le costó trabajo leerlos porque ese día, por la prisa, se le olvidaron sus lentes sin los cuales, dijo, se le dificultaba reconocer las instalaciones de la Preparatoria 5.
“Tengo que trabajar el doble para recuperar el dinero que me gasté para ir a la prepa; mover cielo, mar y tierra y llegar; entonces por favor cuando uno les diga, ¡ya fuera de coto!, pues ya”, advirtió.
A pesar del engaño, el joven se responsabilizó por confiar en la palabra de sus compañeros.
“También es mi culpa por ser inocente”, señaló.
Ayer, sus padres se reunieron con personal de la Fiscalía General de Justicia local para conocer avances del caso. Esta es la segunda ocasión que Jorge desaparece. En la primera, se activó la Alerta Amber, el 14 de marzo, y se desactivó seis días después.
Por Almaquio García