ALIMENTOS

Apicultora Maya gana premio Ambiental Goldman por frenar la soya transgénica

Un colectivo busca desarrollar mejores prácticas a la hora de producir este alimento

NACIONAL

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La apicultora maya originaria de Holpechén, Campeche, Leydy Pech Martín, fue es una de las seis personas que recibió el Premio Ambiental Goldman de 2020, por su lucha por detener la siembra de soya transgénica en la Península de Yucatán.

Ella es integrante del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, quien junto con diversas agrupaciones logró frenar el avance de la poderosa trasnacional Monsanto, que amenazaba con contaminar el medio ambiente y acabar con las abejas.

Leydy Pech y otras campesinas y campesinos mayas iniciaron en 2014 una lucha jurídica, luego que el gobierno federal autorizó la siembra piloto de soya transgénicas en la península. Se ampararon argumentando violaciones a su derecho de contar con un medio ambiente sano, y que no se realizaron consultas indígenas para conocer si estaban a favor de este proyecto agrícola.  El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en donde lograron detener a Monsanto. 

Además, la activista junto con otras agrupaciones consiguió que en 2017 el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria revoque el permiso que tenía Monsanto para cultivar soya genéticamente modificada en siete estados.

El Premio Ambiental Goldman reconoce el esfuerzo de defensores de la naturaleza y tiene como objetivo evidenciar que los problemas ambientales son internacionales y, por lo tanto, requieren atención pública urgente.

Lucha desde Hopelchén 

Una base importante del trabajo organizativo del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, al que pertenece Leydy Pech, ha sido la defensa de la apicultura como práctica histórica y tradicional del pueblo maya y medio de subsistencia sustentable. En particular, destacan sus esfuerzos por la conservación de las abejas nativas, para lo cual han denunciado y documentado los efectos nocivos que la deforestación, por el impulso de monocultivos y el uso indiscriminado de plaguicidas y agrotóxicos (como el glifosato), causan no sólo a la apicultura, sino también a la salud, el suelo, el agua y el ambiente de las comunidades mayas de Hopelchén

Las denuncias presentadas por la siembra ilegal de soya genéticamente modificada, evidenciaron la ausencia de medidas adecuadas de bioseguridad para salvaguardar el medio ambiente de la región y abrieron el camino para que el 18 de agosto de 2020 la Sala Especializada en Materia Ambiental y de Regulación del Tribunal Federal de Justicia Administrativa revocara el permiso otorgado a Monsanto para la liberación de soya genéticamente modificada.

En todos estos procesos de organización y denuncia, ha sido fundamental la participación, la palabra y la vocería de las mujeres mayas de los Chenes y de otras partes de la Península de Yucatán.

El premio Goldman otorgado a Leydy Pech, una de las voceras del colectivo, es el resultado de más de 25 años de trabajo organizativo y comunitario, de la búsqueda de medios de producción compatibles con el ambiente y el desarrollo sustentable, y de la defensa colectiva del territorio frente a políticas públicas y megaproyectos que ponen en riesgo la integridad cultural, la salud, los medios de subsistencia y la vida de las comunidades mayas de la región.

Por: Herbeth Escalante