Gibrán Ramírez, exaspirante a la dirigencia de Morena, dio a conocer que se unió a la candidatura de Mario Delgado, pese a que considera que se le excluyó del proceso de manera arbitraria.
“Sigo reclamando que el proceso se hizo mal”.
En entrevista con Jesús Martín Mendoza, dijo que prefirió evitar la amargura y realizó una consulta entre sus seguidores para saber si debía apoyar a otro candidato o si debía acudir a las instancias pertinentes para desacreditar las encuestas hechas a los militantes.
¿Por qué se fue con Mario Delgado?
Indicó que el resultado de este ejercicio resultó en un apoyo a apoyar al candidato que respetara el plan de trabajo que proponía en su campaña. Tras esto, comentó, trató de tener reuniones con todos los actores políticos más favorecidos, pero que sólo Delgado se comprometió a seguir los tópicos que puso sobre la mesa, en caso de ganar la dirigencia del partido.
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Mencionó que se siente más cercano a colegas como Bertha Luján, pero dijo que decidió unirse a la única persona no le cerró las puertas y se negó a escucharlo.
Además, acusó a Porfirio Muñoz Ledo de mostrar una actitud negativa durante los últimos días, contrario a Delgado, de quien dice ha tenido una postura constructiva.
“Mario cumple con la agenda del presidente”.
Dijo que se han perdido dos años durante este proceso de elección de líderes y que los objetivos de la fórmula política deben estar fijados recuperar la unidad. Negó que se podría dar un choque ideológico entre él y Mario Delgado, debido a que ambos han hecho compromisos que pueden ir más allá de las diferencias políticas entre ambos.
“Mario se ha ido acercando cada vez más al obradorismo y a esta agenda y dinámica antineoliberal, yo puedo aprender de él y de muchos compañeros a extender puentes de encuentro”.
Añadió que el partido debió haber hecho su encuesta en el momento en el que el presidente lo sugirió.