CONGRESO CDMX

Alcaldes proponen dispensa

Munícipes van por una reestructuración de deudas impagables de electricidad

NACIONAL

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TÉRMINO. Quintero asumió la titularidad de la Conferencia Nacional de Municipios de México. | Foto: Especial

Al asumir la presidencia de la Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), el alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, propuso gestionar la reestructura o condonación de deudas impagables que tienen demarcaciones del país con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Este martes, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, fue invitada para encabezar la toma de protesta de Quintero y del nuevo Buró Ejecutivo de la CONAMM. De manera remota estuvo la presidenta saliente, la panista María Eugenia Campos, presidenta municipal de Chihuahua, Chihuahua.

La CONAMM agrupa a municipios de distintas extracciones partidistas, así como a las tres principales asociaciones de alcaldes del país : ­la Asociación Nacional de Alcaldes; Federación Nacional de Municipios de México y la Asociación de Autoridades Locales de México.

“Tenemos necesidades muy diversas. Ante la Comisión Federal de Electricidad muchos municipios cargan adeudos; a veces, se pueden considerar impagables, acumulados durante años.

“Se requiere que, desde la Comisión Federal de Electricidad, don Manuel Bartlett, haga una reflexión minuciosa para que se puedan construir propuestas y acuerdos viables con los municipios; a efecto de que las deudas impagables que se heredaron de varias administraciones a las actuales puedan encontrar un cauce de acuerdo y negociación”, explicó.

Lo mismo se requiere hacer ante la Comisión Nacional del Agua, aclaró Quintero, para que los adeudos se negocien.

“Algunos, la verdad, hay que reconocer, son impagables: No hace sentido seguir cargándolos en los libros contables como adeudos que nadie va a pagar nunca”, agregó.

Señaló que es necesario garantizar, en el Congreso, que se mantengan los recursos para seguridad en municipios y así tener lo necesario para salarios y capacitación de policías.

Por Manuel Durán