Sin acceso a la salud

Esther García Canan murió minutos antes de nacer en el campamento de desplazados de Laguna Larga, en la franja fronteriza entre México y Guatemala, en donde las condiciones de vida empeoran a lo largo de los meses.

Su padre, Cándido García Hernández, solicitó a la alcaldía auxiliar de San Andrés Petén, en Guatemala, permiso para enterrar a la bebé en el cementerio de la comunidad, que se ubica a unos 20 minutos de la frontera. El permiso fue concedido, sólo para eso.

Durante estos dos años y siete meses han perdido la vida nueve personas; cinco han sido abortos espontáneos, pero para sus habitantes también son defunciones.

Los habitantes señalan que estas muertes están ligadas a las consecuencias del desplazamiento forzado: enfermedades no tratadas, por el olvido y la omisión de las autoridades.

Recientemente, la asociación civil chiapaneca Salud y Desarrollo Comunitario (Sadec) detectó 79 padecimientos en mujeres y menores de edad, principalmente: 42 agudas y 36 con algún tipo de cronicidad, como hipertensión, diabetes y asma, entre otros.

El coordinador del organismo, Joel Heredia Cuevas, dijo que -además- encontraron diversas infecciones de vías respiratorias, desde resfriado común, faringoamigdalitis, bronquitis, neumonía, asma, otitis media, que de no ser atendidas podrían complicarse.

Otros padecimientos son en las vías digestivas, por parasitosis, salmonelosis y otras bacterias; problemas en la piel, como dermatitis por contacto, por hongos, por bacterias o por estrés.

EL AGUA

El tema de la salud se complica más por la calidad de agua que usan las 72 familias; incluso, hasta para el consumo humano.

Aunque se han hecho acciones importantes para garantizar el acceso al agua potable, la fuente principal del líquido es contaminada por el sistema de 24 letrinas, instalado a unos metros del pozo y la laguna de donde se abastecen.

Los médicos elaboraron un informe sobre esta situación en diciembre de 2019 para explicar las condiciones que ha propiciado la falta de garantía del derecho a la salud para los comuneros desplazados de Laguna Larga, sometiéndolos a riesgos innecesarios.

MIGRACIÓN FORZADA

Los días pasan y los períodos de envío de alimentos por parte del gobierno de Guatemala son cada vez más espaciados, y la vía más corta para entrar a El Desengaño, Campeche, para conseguir comida o empleo, es intransitable.

El clima húmedo y extremadamente caluroso abona a la proliferación de enfermedades y depresión de los habitantes.

A principios de enero, la desesperación obligó a 39 de las 111 familias del campamento a retornar a su comunidad que sigue resguardada por militares guatemaltecos.

En menos de una semana el gobierno de Guatemala ordenó a los militares sacarlos nuevamente.

Estas familias se reúsan a regresar al campamento, pero temen perder sus tierras. Por ahora, rentan espacios en El Desengaño, del lado mexicano de manera irregular, pues el apoyo que de visas humanitarias que les ofreció el Instituto Nacional de Migración desapareció tras el acuerdo de México con EU. [nota_relacionada id=840396]

POR JENY PASCACIO

abr

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