Los problemas de protección civil que padecen los mercados de la CDMX, donde sólo ocho de los 50 supervisados tienen protocolos en la materia y se ubican en Miguel Hidalgo y Milpa Alta, se agudizan con la presencia de comerciantes informales y personas en situación de calle, pues “potencian situaciones de riesgo”.
Sobrecargan instalaciones eléctricas, obstaculizan los accesos y salidas –como ocurrió en La Merced– y realizan fogatas a las afueras de los inmuebles, advirtieron comerciantes establecidos.
Manuel Mejía, locatario y carnicero de toda la vida del Mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, señaló que vendedores callejeros se instalan sobre las banquetas, dejando espacios mínimos para la movilidad de los compradores.
Vecino de la zona y cliente de Tepito, Mejía dijo que los ambulantes “amparados por la autoridad” muestran su poder “ocupando cuatro o cinco carriles en eje 1 Norte”.
En Mixcalco, Claudia, también locataria, denunció que personas en situación de calle pernoctan en los alrededores y para calentarse, hacen fogatas cerca de las rejas y cortinas del mercado.
“Se vienen a quedar de noche los indigentes, hacen sus fogatas, sus quemazones. Ya estamos hartos, luego hay veces que encontramos, pegado a nuestras cortinas con el humo así, se ve luego, luego que hicieron fogata y esto es muy peligroso”.
El riesgo de provocar un incendio es alto, pues en el inmueble se vende principalmente ropa, cuyos componentes son altamente flamables. Refiere que las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc acudieron hace año y medio para cambiar la instalación eléctrica, que tenía más de 40 años; colocaron tuberías, centros de carga y apagadores, pero no alcanzó el presupuesto para el cable y dejaron los trabajos inconclusos, lo que propicia que algunos locatarios usen diablitos.
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Evangelina Rojas, del local 300 del mercado Granaditas, expuso que la gran cantidad de ambulantes en las cercanías obstruyen las entradas, lo que retardaría la atención durante una emergencia.
El uso generalizado de diablitos obedece a que los administradores de mercados públicos cobran entre 40 y 50 mil pesos a los locatarios por una instalación eléctrica formal.
Édgar Álvarez, líder de la Asociación de Comerciantes de Mercados Públicos A.C, dijo que ante la imposibilidad de desembolsar un monto así, los locatarios optan por conectarse ilegalmente.
“Los comerciantes están obligados a mantener sus instalaciones, pero si quieres poner un foco, una instalación con LED o quieres mejorar el alumbrado es un servicio por el que la autoridad del mercado siempre pide un dinero (…). Son vicios que nacen porque la autoridad no cumple con sus obligaciones”, sostuvo.
POR ALMAQUIO GARCÍA Y ENDER MARCANO
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