Guardia Nacional frena en seco a migrantes

El muro humano colocado en la frontera sur de México no cedió. Algunos migrantes, en su intento por seguir el camino hacia el norte, trataron de romper a empujones la valla de agentes mexicanos, pero fueron replegados con dos disparos al aire de gas lacrimógeno.

Eran las 8:00 horas del sábado, cuando al menos 500 personas que partieron de Honduras arribaron al puente internacional Rodolfo Robles, que une a México con Guatemala sobre el río Suchiate.

En su andar, ondeaban la bandera de Honduras, hasta que quedaron frente a una barrera de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), que ya los esperaba junto a la Guardia Nacional y la Marina.


[caption id="attachment_824650" align="aligncenter" width="1200"] DE TODAS EDADES. Mujeres, niños y adultos mayores viajaban entre el grupo de extranjeros que llegaron este fin de semana al puente internacional Rodolfo Robles. Foto: REUTERS[/caption]


Los centroamericanos, en su mayoría hondureños, cantaron el himno de su país. Un hombre pidió que les permitieran ingresar de manera pacífica.

Hombres, mujeres y menores de edad solicitaron apoyo al gobierno mexicano. Prometieron no realizar desmanes en su paso por territorio.

Entonces una voz salió entre los uniformados: “Sólo mujeres y niños”, pero la multitud respondió que no permitirían la separación, y enseguida alzaron la voz con el lema: “El pueblo-unido-jamás será vencido”.

El bloque de agentes se mantuvo firme. Y en ese instante se concatenaron los empujones y los disparos de gas.

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Al menos 50 lograron cruzar la línea fronteriza durante el forcejeo, pero metros adelante fueron detenidos y la puerta fue cerrada. Ante la distracción de las autoridades, otros lograron entrar a México por el río Suchiate, que mantiene su nivel más bajo debido a la sequía que hay en la región.

El INM propuso una entrada ordenada. Aceptaron mujeres y menores de edad —mayormente— y pasaron de 20 en 20.

Desde el jueves pasado, algunos comercios de Tapachula cerraron por la inminente llegada del primer éxodo migrante de 2020.

Dos grupos partieron la noche del martes y la madrugada del miércoles desde San Pedro Sula, Honduras, en un viaje de unos 700 kilómetros hasta Chiapas.

En Agua Caliente, fronteriza entre Honduras y Guatemala, algunos migrantes señalaron haber sido interceptados por autoridades migratorias de Estados Unidos.


[caption id="attachment_824654" align="aligncenter" width="2230"] ACCESO BAJO CONTROL. Después del momento de tensión, autoridades
mexicanas permitieron el ingreso controlado de los centroamericanos. Foto: AP[/caption]


El defensor de los derechos humanos Luis García Villagrán pidió que las autoridades federales no engañen a los migrantes, pues no hay trabajo, ni las condiciones que prometen en los discursos.

“No van a poder detener la migración”, aseguró a El Heraldo de México, tras señalar que varias personas que llegaron en este nuevo éxodo fueron deportados en fechas anteriores o ya cuentan con algún tipo de tarjeta, que los condiciona a no salir de México.

Mientras tanto, Guardia Nacional, Policía Federal, Marina, agentes de INM y policías locales mantienen vigilancia en las fronteras de Chiapas, e incluso incrementaron los operativos en retenes como El Manguito y Viva México, en Tapachula.

Los centroamericanos que no ingresaron a México se mantienen a la expectativa en la franja limítrofe, otros siguen llegando a Tecún Umán y se espera el arribo de otro grupo de migrantes salvadoreños el próximo lunes.

POR JENY PASCACIO / CORRESPONSAL

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