Usan biogás pese a cierre de relleno

ATIZAPÁN. Pese a que el relleno sanitario Puerto de Chivos se mantiene cerrado desde el año pasado, la planta que produce electricidad a partir del biogás extraído de la basura continúa trabajando.

La empresa mexicana incluso elevó su producción de energía, desde mediados de agosto, al pasar de 600 a mil 600 kilowatts por hora, gracias a la adquisición de un nuevo motor con tecnología alemana.

En febrero, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) clausuró el relleno sanitario ubicado en un terreno de 32 hectáreas, propiedad de la comunidad agraria de Atizapán.

Desde el inicio de la actual administración, el ayuntamiento había dejado de mandar a este relleno las 600 toneladas de basura que todos los días genera ese municipio.

La Propaem explicó que la clausura se debió a que el relleno no cuenta con estudio de impacto ambiental para la disposición final de los desechos.

Ricardo Herrera, representante de la empresa Energreen, aseguró que desde que la planta generadora de biogás fue instalada, se previeron situaciones como el cierre del relleno.

“Nuestro acuerdo con los comuneros es para la explotación de biogás; nosotros no tenemos que ver con el confinamiento y recepción de basura, que es el área cerrada.

“Continuar con la extracción del biogás es también por seguridad, para no tenerlo acumulado; mejor utilizarlo para generar energía verde y limpia, evitar que contamine la atmósfera.”

En entrevista, destacó que las proyecciones de la empresa fueron para trabajar durante 20 años, de los cuales llevan seis, y esperan cumplir con el resto, aunque reconoció que si se logra reabrir el relleno sanitario tendrían mejores resultados.

“Hay suficiente gas para seguirlo explotando por 15 años más; obviamente, ayudaría mucho que siguiera activo; si siguen metiendo más basura, generamos más biogás.”

Confió en que los comuneros lograrán obtener nuevamente las autorizaciones que les permitan reabrir el relleno sanitario, donde la empresa planea meter un tercer motor.

“Sabemos que están en el trámite de permisos, de cumplir con las observaciones que hicieron las autoridades ambientales; con eso tendrían capacidad para trabajar otros diez años.”

Desde hace tres años, dicha empresa trabaja en el relleno sanitario, produciendo energía que vende a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual posteriormente la distribuye a casas, oficinas o escuelas.

POR LETICIA RÍOS

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