BAVISPE, SONORA.- Adrián LeBarón aún tiene fresca, en la memoria, las promesas que el presidente Andrés Manuel López Obrador acaba de decir en La Mora y frente a la escena del crimen donde asesinaron a su hija Rhonita y a cuatro de sus nietos esparce, al aire, las cenizas de su familia.
“Yo le ofrezco a México las cenizas donde fue calcinada mi hija; que se vayan al aire, que se vayan a todo México” dice Adrián llorando al agacharse a recoger lo que aún queda de su familia en ese lugar donde supuestamente el grupo delictivo de La Línea -hace dos meses- los asesinó.
La escena del crimen está a 15 minutos del lugar donde habló el presidente López Obrador, pero Adrián esperó a que concluyera el mandatario su evento para ir a depositar flores.
Incluso, invitó a los medios de comunicación a realizar el mismo recorrido que hizo su familia ese mortal 4 de noviembre de 2019, iniciando en el interior de la casa de Rhonita, en medio de este rancho mormón.
Ahí, en el sitio de la matanza, en la sierra Norte de Sonora, en medio de la nada, los LeBarón guardaron un minuto de silencio y luego dieron un voto de confianza a las investigaciones del gobierno de la 4T, aunque también dieron a conocer su nueva estrategia: una marcha que inicia el 23 de enero, de Cuernavaca, a la CDMX.
Minutos antes, luego de su encuentro privado con las familias Langford, Miller, Ray y LeBarón, el Presidente prometió cuatro acciones: justicia, es decir, castigar a los responsables, "que no haya impunidad, que sea un ejemplo de que el que comete un delito es castigado. Primero eso".
La segunda promesa fue la de hacer un monumento donde sucedieron las masacres, así como reconocer a quienes rescataron a los sobrevivientes, como es el caso del doctor de Bavispe.
Por último, presentar en un plazo de seis meses, otra vez en este lugar, un plan de desarrollo para esta región.
Asimismo, en dos meses una comisión federal informará a estas familias los avances de las investigaciones.
Margaret Langford, familiar de las víctimas, reconoció que esta masacre los ha dejado perdidos y destrozados. "Amo este país y me duele hasta el alma pensar no poder vivir aquí", dijo.
Este encuentro del Presidente y su gabinete de seguridad en La Mora estuvo vigilado por integrantes de la Fuerzas Armadas quienes llegaron a este sitio en helicópteros. El Presidente se trasladó por tierra y recorrió los caminos de terracería en donde se le ponchó una llanta a su camioneta y así concluyó su gira de tres días por ciudades fronterizas.
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POR FRANCISCO NIETO BALBINO
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