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El tren, su escuela por 42 años

DESDE 1993 está fijA en Naucalpan; en 2014 ocupó segundo lugar en la prueba Enlace

NACIONAL

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NAUCALPAN. Desde hace más de 40 años, la primaria Artículo 123, Lic. Adolfo López Mateos trabaja en un vagón de tren, creado como una instalación itinerante para los hijos de los trabajadores de Ferrocarriles de México, quienes viajaban por todo el país.

Se trata de uno de los más de 19 mil 580 centros educativos que este lunes reabrieron sus puertas en el estado.

Por generaciones, su director y fundador, Jaime Mayolo Contreras, recientemente jubilado, vio graduarse a cientos de alumnos de primaria, muchos de los cuales, al paso de los años, también mandaban a esta escuela a sus hijos.

En la actualidad, la escuela trabaja en un esquema de tiempo completo y atiende a un promedio de 80 alumnos, quienes, a pesar de las condiciones precarias, logran terminar sus estudios básicos.

En 2014, la escuela vagón, ubicada en una comunidad de vagoneros en la colonia El Conde, en Naucalpan, ocupó segundo lugar en la prueba ENLACE a nivel estatal.

“Ya está saturada. Hemos ganado prestigio y eso ha ocasionado que incluso hayamos tenido que rechazar a algunos alumnos por falta de cupo.”

Desde hace más de 26 años, el vagón está instalado de manera permanente en Naucalpan, en una zona federal, junto a la vía del tren.


[caption id="attachment_633620" align="alignnone" width="600"] ADVERSIDAD. Las precarias condiciones no
han frenado a maestros, alumnos y sus familias. Foto: Leticia Ríos[/caption]

“Durante muchos años, anduvimos en varias partes de la República; éramos una escuela móvil; después, aquí nos tocó vivir; se dio a conocer la escuela. Ya instalados, desde hace 26 años, el estado nos empezó a mandar apoyo, gracias a los buenos resultados que obtuvimos.”

A pesar de que el profesor Jaime Mayolo presentó su retiro, en febrero pasado, sigue como encargado de las instalaciones, ya que vive a un lado de la escuela, en uno de los vagones de la comunidad.

“He vivido en el vagón más de 42 años; por lo tanto, esta es mi casa. Yo pienso seguir viviendo aquí; no tengo planeado irme a otro lado.”

Los vecinos de la escuela aseguran sentirse orgullosos de la escuela vagón.

“Es un ejemplo de que cuando se tienen ganas de hacer las cosas, se hacen. No importa que falten recursos, ni las condiciones. Muchos niños que estudiaron aquí, después han terminado carreras o tienen buenos trabajos; son hombres de bien”, comentó la señora Marilú.

Por Leticia Ríos

edp

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