Mujeres trenzadas, con listones de colores, y hombres que gritaban en un unísono: “¡Viva Oaxaca!”, salieron a las calles de la capital para anunciar Guelaguetza, el homenaje racial más importante de América Latina.
Un mosaico de folklore invadió las calles de la también conocida como Verde Antequera, en uno de los cuatro desfiles programados previo a los Lunes del Cerro, que se llevará a cabo del 22 y 29 de julio.
En el convite reapareció el perro calendero Mazapán, a quien le gusta bailar y saltar al son de los juegos pirotécnicos; por momentos el canino se escabullia entre los danzantes.
Con los rayos moribundos del sol, la fiesta arrancó. Los “zancudos” de la Villa de Zaachila mostraban su habilidad para bailar con los zancos y al son de Flor de Piña acompañaban en sus pasos a las mujeres de la delegación de Tuxtepec de la Cuenca del Papalopan.
Altivas, las chinas oaxaqueñas, con canastas de flores a la cabeza, ondeaban sus faldas de colores de izquierda a derecha, lo mismo que las tlacoluleñas, quienes adornaron sus orejas con aretes de filigrana.
La Diosa Centéotl 2019, Lilia López Hernández, lucía con orgullo su cetro e invitaba a los turistas a formar parte de Oaxaca de sus costumbres y tradiciones.
Impecables con sus trajes blancos hombres y mujeres de San Melchor Betaza, se movían al ritmo de los sones y jarabes de la Sierra Norte.
Los monos de calenda y las marmotas, esferas de carrizo gigante con luces en su interior; resaltaban entre la multitud al igual que los penachos de los danzantes de la pluma de Valles Centrales.
En la Plaza de la Danza, a unos pasos del Zócalo de la Ciudad, las delegaciones invitadas al convite terminaron su recorrido bailando Flor de Piña, Jarabe del Valle, Sones y Jarabe de Betaza.
La secretaria de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), Adriana Aguilar, precisó que el convite es uno de los cuatro que se presentará previo a la Guelaguetza; dos organizadas por la dependencia a su cargo y dos más por la Secretaría de Turismo (Sectur).
Por Carina García