Exhiben excesos de Zhenli

Los días de opulencia quedaron atrás. En la que fuera la residencia del empresario chino–mexicano Zhenli Ye Gon sobreviven sus despojos. Polvo a granel, cortinas sucias, candelabros oxidados, filtraciones de agua y un jardín, alberca y jacuzzi cubiertos por vegetación invasiva evidencian el desuso. En la mansión no hay luz ni agua, faltan chapas en algunas puertas y las paredes están deterioradas. Paradójico que aquí, hace 12 años, fueron encontrados 205 millones de dólares y 17 millones de pesos en efectivo en una de las habitaciones del primer piso, a la cual no se permite el acceso. Este inmueble, ubicado en Sierra Madre 515, en Lomas de Chapultepec, será subastado el 11 de agosto. Su valor comercial es de aproximadamente 95 millones de pesos, pues consta de mil 566 metros cuadrados de construcción y mil 218 metros cuadrados de terreno. La mansión fue transferida en 2012 al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes por la entonces PGR; posteriormente los muebles fueron subastados. Esta residencia tiene 10 habitaciones distribuidas en cuatro plantas, 14 baños, una alberca con vestidores, sauna, tres jacuzzis, un elevador y una cava en el sótano. Ayer, el SAE abrió las puertas de esta residencia que actualmente es vigilada por personal privado. Juan García es uno de los empleados que cuida esta residencia. Duerme en una de las estancias y tiene un colchón, una pequeña televisión, una grabadora, un escritorio y una cruz con imágenes de vírgenes y bugambilias, únicos objetos de ornamento en todo el inmueble. Por tres mil pesos quincenales, el hombre ha cuidado y dado mantenimiento a esta casa durante un año. Dice tener idea de a quién perteneció el inmueble, pero no a profundidad, por lo que prefiere no hablar al respecto. “Yo le he reportado al supervisor que la casa necesita mantenimiento, si observan el techo de la entrada principal, ya hay filtración de agua”, dijo, quien viaja dos horas y media desde su hogar para trabajar en la residencia que “ve bonita, pero demasiado grande para una sola familia”. Por Diana Martínez lctl