Oposición, fantasma en el Congreso

En las elecciones de 2018, Morena y Andrés Manuel López Obrador obtuvieron un nivel de votación que minó la fuerza de los partidos de oposición, quienes terminaron como testigos de la aprobación de las reformas prioritarias de la Cuarta Transformación. En la Cámara de Diputados, Morena tiene 259 diputados y con sus aliados PES, PT, PVEM, así como con seis diputados ex perredistas que se les unieron, logran los 333 votos necesarios para aprobar las reformas constitucionales que requieran. En el Senado de la República, el partido del Presidente tiene 59 legisladores y con sus aliados logra 77 votos, suficientes para aprobar reformas legales, pero no constitucionales. Aprovechando su debilidad ante el partido en el poder, el PAN, PRI, PRD y MC implementaron un bloque para frenar cambios a la Carta Magna. Dicho bloque, hasta ahora, sólo ha logrado frenar la Revocación de Mandato, iniciativa propia del Presidente que busca que ningún funcionario que haya trabajado en el gobierno pueda tener un empleo en los siguientes 10 años en empresas que hayan tenido que ver con el gobierno. Este mismo grupo opositor ha hecho lo posible por sentarse a negociar con Morena los temas en los que no están dispuestos a ceder. Sin embargo, su fuerza contra el partido del Presidente no ha sido suficiente y tuvo que sumarse a la creación de la Guardia Nacional, la aprobación Reforma Educativa propuesta por López Obrador, así como la ampliación del catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa. En cuanto a número de legisladores, el PRI, que por años fue primera fuerza, ahora su bancada se ubica en el tercer lugar con sólo 47 diputados y 14 senadores, muy por debajo de Morena y de Acción Nacional, que es el segundo grupo fuerte. POR NAYELI CORTÉS
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