Tlalne ignora riesgo en Valle Dorado

LA AUTORIDAD MUNICIPAL NO RESPONDE A LA ADVERTENCIA DE VECINOS SOBRE EL PELIGRO DE UNA NUEVA INUNDACIÓN, COMO LA DE 2009

El Atlas de Inundaciones del Estado de México 2019 considera a Valle Dorado uno los principales puntos de riesgo, pues en cada temporada de lluvias los vecinos viven con el temor de que se repita la tragedia de 2009, cuando el Túnel Emisor Poniente (TEP) reventó y dejó dos muertos y daños en más de mil viviendas.

En 2017, el colector del TEP volvió a desbordarse, ocasionando inundaciones de 40 centímetros y daño a 120 casas de este fraccionamiento y de Arboledas, evento que para los vecinos demuestra que las fuertes inundaciones ocurridas hace 10 años podrían repetirse.

Destacaron que enfrentan un riesgo latente, frente a la indiferencia de las autoridades municipales, que no les han presentado un protocolo de acción y que han realizaron trabajos de desazolve en una sola ocasión en el año.

Los colonos, integrantes del Consejo de Participación Ciudadana, indicaron que en los siete meses del gobierno actual, han ingresado varias solicitudes dirigidas al alcalde de Tlalnepantla, Raciel Pérez Cruz, solicitando acciones concretas para aminorar riesgos, sin recibir respuesta.

En el recorrido por el carcámo del TEP se constató cómo la caja de despresurización está en malas condiciones y sin mantenimiento; los dos respiraderos están cubiertos por láminas podridas y oxidadas, además de que desprenden un olor desagradable.

“Nunca le han dado mantenimiento. El problema es que ninguna autoridad se hace responsable. El gobierno municipal nos dice que esta área pertenece a la Comisión Nacional del Agua, pero Conagua nos responde que en la parte superior, donde están el andador y la caja, le corresponden al ayuntamiento.

“El organismo del agua municipal -Organismo Público Descentralizado Municipal, OPDM- debería responder, pero no lo hacen; entre ellos se echan la bolita. Aquí en las coladeras dice OPDM, entonces por qué nos dicen que es de Conagua”, indicó Eduardo Castillo Olguín.

Precisó que, cuando llueve, “siempre se desborda el emisor, por mínimo que sea; pero con lluvias atípicas, ¿qué podemos esperar”.

De 2009 a la fecha, se han construido varios desarrollos habitacionales en la zona, cuyas aguas residuales van a desfogar al cárcamo, que tiene la misma capacidad, explicó Angélica Ayala.

“Para las autoridades de OPDM, si no sube mucho el agua, no es inundación, sino un encharcamiento, pero con más de 20 centímetros, si entra a nuestras casas, echa a perder los muebles”, indicó Eduardo Castillo.

Ante la incertidumbre, muchos vecinos han intentado vender sus viviendas, pero la gente no compra porque conoce el riesgo, señalaron.

Por Leticia Ríos

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