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Familia es sepultada por deslave

seis personas, entre ellas, tres niños, perdieron la vida mientras celebraban una graduación

NACIONAL

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Un ambiente desolado y de dolor inunda la calles de la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, ubicada a 15 kilómetros de la capital del estado, en donde los caminos aún mantienen agua, lodo y piedras, producto de la lluvia de este miércoles que desgajó parte del cerro, el cual se llevó consigo la vivienda de la familia Leyva.

Esta familia perdió a seis de sus integrantes que festejaban la graduación de un adolescente que concluyó la secundaria. Hoy por lo mañana, entre el lodo y la basura se veían los rastros de las ollas de moles, platos y vasos que quedaron como testigos de la desgracia que pintó de negro a la comunidad.

Aunque el reporte oficial decía la noche del miércoles que había siete muertos, se confirmaron hasta la tarde de este jueves seis: Joselyn Flores, de 4 años de edad; Gaspar, de 6; Fátima, de 9; Dulce Rosario, de 32; Antonia de 41; y Eugenia de 61.

Cabe precisar que el séptimo nombre corresponde a Oliva, de 41 años, quien de acuerdo con el edil auxiliar Otilio Flores, se encuentra con un grave daño tras recibir un golpe en la cabeza, pero permanecía con vida. Por la mañana, el secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla Prieto, recorrió la zona del incidente ubicado en las calles Emiliano Zapata y Melchor Ocampo, donde instruyó a revisar al menos 25 casas adicionales que fueron edificadas a sólo unos metros de la barranca.

En el recorrido también estuvieron presentes el director de Protección Civil Estatal, César Orlando Flores Sánchez, quien comenzó un censo en los 5 kilómetros que tiene la barranca, ya que se detectaron por lo menos 25 viviendas con daños.

Manzanilla Prieto indicó que una de las primeras acciones que hará el gobierno es garantizar que los menores que quedaron en la orfandad cuenten con las condiciones necesarias para subsistir.

Asimismo, los habitantes pidieron al funcionario que recorriera la parte alta de la comunidad, misma que se dedica a la venta de piedra para construcción, pues muchas de estas empresas tiran el escombro en las barrancas.

“Una de las tareas que tiene el coordinador de Protección Civil es revisar todas las condiciones que se tienen; si hay algún riesgo, debe reportarse para ver cómo actuamos, ver si hay permiso o si son construcciones irregulares”, dijo Manzanilla.

Los rostros desencajados de los habitantes esperan una acción inmediata, pues siempre que hay lluvias, las avenidas se convierten un río de piedras.

Por Claudia Espinoza y Jesús Lemus

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