'No están a nuestra altura'

declina responder insultos; conflicto involucra a españa

En el conflicto diplomático entre México y Bolivia, que ayer involucró a un tercer país, España, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador recurre al Derecho Internacional y a la defensa del Derecho de asilo y no responde a insultos personales proferidos por ex mandatario boliviano, Tuto Quiroga, “pues no está en el mismo nivel”.

“No entraremos en dimes y diretes, no está en nuestro nivel. Recurrimos a la legalidad internacional, al derecho internacional y, sobre todo, en defensa del derecho de asilo. Vamos a hacer honor a lo que ha significado siempre nuestra política exterior, que ha sido un ejemplo mundial”, dijo.

El jueves, Quiroga insultó al Presidente por la ayuda que México brindó a Evo Morales y a nueve exfuncionarios en calidad de asilados en la embajada de México en La Paz.

“Nuestra solidaridad a todos los trabajadores de la embajada. No están solos, tienen todo el apoyo del pueblo y, desde luego, del Gobierno de México”, reiteró López Obrador.

Una fricción adicional tuvo lugar en la residencia de la embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, cuando policías bloquearon la salida de diplomáticos españoles que la visitaron.

En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores dio cuenta que el cónsul de España en Bolivia, Álvaro Fernández, y la encargada de negocios de la embajada española, Cristina Borreguero, estuvieron más de una hora esperando a poder abandonar la residencia porque uniformados impedían el paso de sus choferes cuando iban a recogerlos.

Los diplomáticos ibéricos se habían reunido con la embajadora mexicana para mantener una “reunión de cortesía” que duró unos 40 minutos y, al salir del domicilio junto a Mercado, se dieron cuenta que “los vehículos diplomáticos no llegaban” y que “no podían comunicarse con sus choferes”.

Mercado escuchó los gritos de sus invitados, apostados en la puerta de la residencia, regresó por ellos y los invitó a reingresar.

Los diplomáticos españoles fueron informados de que sus autos habían sido detenidos en el acceso de la urbanización hacia la residencia de México y no les permitían ingresar.

Finalmente, la cancillería boliviana envió un auto por ellos.

La situación entre Bolivia y México obedece a las interpretaciones dadas a la salida de Evo Morales y el asilo brindado, aseguró Julio Aliaga, ministro consejero de la embajada de Bolivia en México, Julio Aliaga.

“Esto es fruto de interpretación distinta entre los dos países sobre lo que ocurrió en Bolivia; en México se ha dicho que fue un golpe de estado, y la interpretación nuestra es que esto ocurre por el abandono del país de Evo Morales”, comentó en entrevista con El Heraldo TV.

Recomendó a ambos gobiernos dialogar “para sanar la relación”.

“Por suerte hay una propuesta de México de que esto se resuelva al más alto nivel posible y una aceptación de la cancillería boliviana para así sea”.

Por Francisco Nieto y Luis Pérez


lctl

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