Etiquetas con figuras octagonales color negro o rojo con las leyendas “Alto en Azúcares”, “Alto en Calorías”, “Alto en Grasas Saturadas” y “Alto en Sodio”, son los nuevos elementos que irán al frente de alimentos y bebidas no alcohólicas para informar de forma clara sobre los riesgos al consumir productos chatarra.
Se trata de reformas a la Ley General de Salud, que se prevé aprobar hoy en la Cámara de Diputados y cuyo objetivo es combatir la obesidad y el sobrepeso infantil, principalmente.
Esto ya se aplica en Chile, Brasil y Perú, que usan etiquetas con una efectividad de 25 por ciento en la reducción de consumo de bebidas azucaradas.
Este etiquetado frontal de advertencia permite tomar decisiones sanas en 1.4 segundos, explicó Carmen Medel, una de las 15 diputadas proponentes.
“Se ha comprobado que impacta en los patrones de compra de los consumidores, e informa de una forma simple y clara el contenido excesivo de azúcares, calorías, grasas saturadas y sodio en los alimentos cuyo consumo excesivo son la causa de obesidad y sobrepeso” afirmó.
Actualmente México es el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil de acuerdo con el UNICEF y el segundo lugar en obesidad adulta con 32.4%, sólo antecedido por Estados Unidos, según la OCDE.
De acuerdo con el dictamen que aprobó la Comisión de Salud el 24 de julio, se establece que el etiquetado frontal de advertencia de alimentos y bebidas no alcohólicas debe advertir de manera veraz, rápida y simple el contenido que exceda los niveles máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas trans y sodio que determine la Secretaría de Salud.
“Una botella de 600 mililitros de refrescos y jugos, llega a tener 10 cucharadas de azúcar. Lo que recomienda la OMS son dos cucharadas y esto lo saca de lo racional”, explicó el diputado Javier Hidalgo. [caption id="attachment_678619" align="aligncenter" width="1080"] Gráfico: Paul D. Perdomo.[/caption]
El legislador morenista aseguró que con estas reformas se garantiza que haya información sobre el tema en los productos que se consumen y si los alimentos producen o no obesidad, las personas serán las que decidan si los consumen o no.
Para el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) cambiar el etiquetado frontal en los productos tendrá un costo para las empresas de 5 mil millones pesos, señaló Lorena Cerdán, titular del organismo.
Por Elena Soto
lctl