A la par de las consultas sobre seguridad, Reforma Educativa y para determinar el futuro del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el gobierno electo, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, alista "foros de reflexión" para la construcción de una constitución moral.
Será un documento inspirado en la cartilla moral del intelectual Alfonso Reyes, redactada en 1944, y sugerirá a los mexicanos un nuevo patrón de comportamiento moral, social y cultural.
En entrevista con El Heraldo de México, el coordinador de Comunicación Social e integrante del grupo que recogerá estas propuestas, Jesús Ramírez, explicó que la constitución moral no impondrá criterios, pero sí propondrá un nuevo comportamiento social entre los mexicanos.
A tres meses del nuevo gobierno, ¿cuál es el estatus de la constitución moral?
Se convocó a un equipo para recoger los debates y las opiniones sobre este tema, que tienen que ver con la moral, los valores y la ética. Necesitamos reflexionar sobre el tipo de sociedad que queremos y qué tipo de valores nos llevan hacia allá. Ése es el trasfondo
¿Cómo va este proceso?
Ya ha habido algunos procesos de integración de ideas. En 2012 hubo una, con especialistas, como Alfredo López Austin o Gabriel Vargas; hay antecedentes de los foros de la república amorosa, donde estuvo Enrique Dussel, donde estuvieron físicos, matemáticos, filósofos y hasta poetas.
¿Qué es una constitución moral?, ¿para qué sirve?
Alude a dos cosas. A lo que constituye una sociedad, que es una visión del mundo y a una visión de sí mismo, como comunidad, a través de los valores que une a esta comunidad. Entonces, es un buen momento para revalorar prácticas, pensamientos y sentimientos.
Se trata de reflexionar sobre si la forma en la que están operando los valores actuales, como privilegiar las ganancias privadas, los beneficios personales por encima del planeta o de la comunidad, nos llevarán a una mejor sociedad.
¿La constitución moral tiene relación con la Constitución política?
Una constitución es un pacto social que se expresa través de una carta magna y una constitución moral no es un instrumento jurídico, no es obligatoria y no impone nada a nadie y no significa ninguna intromisión en la vida personal.
Se trata de un documento para la reflexión, la discusión colectiva y si sirve, para cambiar comportamientos. En esa constitución moral lo que se quiere recoger y recuperar son, por ejemplo, los valores de las comunidades y de los pueblos indígenas.
Los valores como la solidaridad, la reciprocidad y la ayuda mutua nos pueden ayudar a salir de la actual crisis que hay en materia social, cultural, ambiental, de seguridad. Se trata de hacerse responsable de lo que uno consume, así como de los actos de corrupción, por lo que es necesario llegar a una reflexión ética.
¿Cómo se logran los cambios de comportamiento?
En la sociedad ha habido cambios sociales, sociológicos y culturales, que se expresaron el 1 de julio. Ese día hubo una ruptura sicológica con una manera de entender al país y la vida política y, al mismo tiempo, eso significa una ruptura cultural, pues hubo un cambio de mentalidad.
De los 30 millones de personas que votaron por Andrés Manuel López Obrador, una buena parte de ellos lo hicieron pensando en que esta sociedad, como está, ya no funciona, que tenemos que construir un tipo de sociedad que sea en beneficio de todos y no de unos cuantos.
No queremos que ningún cuerpo religioso, político, filosófico o científico imponga criterios sobre la gente.
La gente debe tener la libertad de desarrollar su personalidad y su vida de acuerdo con sus valores o posibilidad, sin afectar a otros; estamos contra el autoritarismo del mercado, de su voracidad y de su lógica de ganar por encima de la gente o de los recursos naturales. No sólo del dinero vive el hombre.
Por Francisco Nieto