Reconocen resistencia del IPN en el 68

Este lunes, a 50 años de la ocupación violenta del Instituto Politécnico Nacional (IPN) por parte de fuerzas militares, se develó una placa conmemorativa. Ahí se califica como “genuina” la resistencia que libró la comunidad durante el Movimiento Estudiantil de 1968. Fue el mismo Director General, Mario Alberto Rodríguez Casas, quien encabezó la Ceremonia Luctuosa por el desalojo violento de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas. La placa es un reconocimiento a la resistencia de estudiantes y profesores para defender su plantel. “… el Instituto Politécnico Nacional rinde homenaje público a quienes protegían, así como a los que dieron su vida en este trágico suceso y en los demás que se registraron a lo largo del Movimiento Estudiantil de 1968. “Se reconoce la genuina actitud de los integrantes de la comunidad politécnica por mejorar las condiciones de libertad y democracia para todos los mexicanos”, dice la placa, fechada este lunes en el Casco de Santo Tomás, donde existe un conjunto de escuelas politécnicas. Los hechos ocurrieron exactamente hace cinco décadas, cinco días antes de que el Ejército tomó la Ciudad Universitaria. A diferencia de los universitarios, que salieron del campus con el puño en alto, los politécnicos decidieron resistir de manera física la ocupación. La maestra María Teresa Valenzuela Vargas, testigo de los hechos, narró cómo tras 12 horas de aguerrido combate contra granaderos y policía montada, el plantel politécnico fue rodeado por un grupo de tanquetas militares. “Uno de ellos usó un magnavoz mientras la tropa tomaba posiciones de ataque para gritar: '... sepan que no tenemos miedo, podrán callarnos solo si nos matan, pero no podrán ocultar nuestra razón”, recordó. El IPN, agregó su Director General, siempre será respetuoso de la libertad de los jóvenes para organizarse, porque además, actualmente, han dado muestra de ser respetuosos y tienen mucha similitud en el comportamiento y pensamiento de los estudiantes de hace 50 años. Rodríguez Casas aseguró que el contexto que vivimos actualmente es consecuencia de lo que ocurrió en el Movimiento Estudiantil de 1968. La mejor forma de honrar a quienes dieron su vida por el IPN, acotó, es ratificando su compromiso con las causas de la educación tecnológica pública. “Nos hemos dado cita en esta emblemática y querida Escuela Nacional de Ciencias Biológicas para conmemorar, durante el Movimiento Estudiantil de 1968, la defensa de sus instalaciones por estudiantes, docentes y trabajadores politécnicos, el 23 de septiembre de 1968, cuando el aparato gubernamental intentaba aniquilar el movimiento estudiantil”, recordó. Destacó que los politécnicos resistieron durante horas el embate de la fuerza pública con palos, piedras y armas caseras, hechas con reactivos de los laboratorios, aplicando sus conocimientos básicos de química. Pero sobre todo, aclaró, sus armas eran valores, su conciencia crítica, amor a su país y alma máter. “No basta un minuto de silencio, les debemos toda una vida de trabajo y lucha…”, acotó. Por Manuel Durán  
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