Anhelaron durante años su libertad y ahora que la tienen, buscan reinsertarse a la sociedad a través del teatro. Son 40 hombres y mujeres que fueron internos de alguna prisión, de la Ciudad de México, y que participaron en la puesta en escena Yo soy y existo que tiene como eje principal que todos merecen una oportunidad.
“Cárcel, una palabra que nos da miedo y vergüenza pronunciar, un trampolín político”, comentó Teresa mientras hacía un monólogo sobre lo que significa estar privada de su libertad entre el olvido, la desolación y el abandono.
Recordó que no pudo ver crecer a sus hijos ni despedirse de sus seres queridos antes de que estos fallecieran. También Selena, quien estuvo tres años en la cárcel, ante el público recordó que en ese tiempo perdió absolutamente todo.
Durante aproximadamente dos horas, los ex internos actuaron, bailaron y cantaron mientras relataban sus experiencias en un centro de reclusión. Arturo Morell, director de la puesta en escena, señaló que este espectáculo es una catarsis para estas personas que buscan recuperar su vida, y que, a través del teatro, han podido ser más libres porque no todos son culpables.
“Se busca sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de dar oportunidades a las personas que estuvieron en reclusión, no etiquetarlas y también estamos buscando prevenir el delito”, señaló.
Morell ha impartido teatro durante 15 años en 10 cárceles del país mediante el proyecto Un Grito de Libertad.
Por Diana Martínez