CIUDAD JUÁREZ. El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, causó revuelo en los aeropuertos de la Ciudad de México y en el de Ciudad Juárez, donde participará este martes en el primer foro para buscar la pacificación del país. Como en campaña, hizo fila para abordar el vuelo comercial, viajó en clase económica y hasta rechazó cualquier tipo de ventaja que le ofrecieron para subir antes al avión.
Con él iba la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el que será el subsecretario, Zoé Robledo. La aerolínea había dispuesto un transporte especial para transportarlo al avión, pero decidió irse en el pequeño autobús de posición remota.
“No, gracias. Mejor aquí me quedo con ellos (en la fila), porque luego me dan carrilla”, dijo en tono broma el tabasqueño, quien no dejaba de tomarse selfies con pasajeros, empleados, sobrecargos y pilotos.En el autobús hasta tubo tiempo de charlar con la ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, a quien le preguntó sobre la operación que tuvo en una rodilla. “Ya hasta salto en los dos pies Licenciado”, comentó la ministra, quien no ocultaba su entusiasmo al ver a la gente acercarse a quien será su jefe. Luego de casi dos horas de vuelo, llegó a Ciudad Juárez donde también una multitud lo esperaba, entre ellos el gobernador de Chihuahua, el panista Javier Corral. El tabasqueño aprovechó para anunciar que después del miércoles, cuando reciba la constancia como Presidente electo, se reunirá de nuevo con Enrique Peña Nieto. Aseguró que el 1 de diciembre, cuando inicie su mandato, estará lista la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y designados el Fiscal General, el de Anticorrupción y Fepade. Evitó dar detalles de cómo logrará concretar estas designaciones, pues requieren la mayoría del Senado. Luego de volverse a tomar fotos subió a una camioneta con Corral y con el futuro titular de la SSP, Alfonso Durazo. Con ellos iban otras dos camionetas con escoltas en esta ciudad donde el INEGI la reconoce como la más violenta del país. Por Francisco Nieto