Un muro imaginario

En la última etapa, cientos de corredores que sueñan con un maratón construyen la creencia de un “muro” imaginario. Con varias horas de distancia, esa barrera fisiológica, que vacía las fuerzas de golpe y provoca la sensación de correr sin avanzar, parece dejar el cuerpo y la mente al borde del nocaut. Es ahí, en esa etapa, que en el caso de la Ciudad de México estará ubicada a partir de avenida Paseo de la Reforma y Chapultepec, donde especialistas y entrenadores sugieren no centrarse en factores externos. Para evitar ese estado, la psicóloga deportiva Claudia Rivas menciona que el mayor punto de apoyo está en la mente.  
'El Muro' lo construyen los propios corredores. Hay factores físicos, seguro. Pero los más importantes son los que involucran las expectativas propias sobre las ajenas. Cuando nosotros trabajamos con algún deportista, y detectamos ese tipo de creencias limitantes, proponemos estrategias de autodiálogo, emocionales, de respiración, y cierto tipo de música para distraer la idea del ‘ya viene’, ‘yo no voy a poder’, etcétera”, precisa la especialista.
  En su plan de preparación, los corredores más avanzados suelen enfrentar un maratón con entrenamientos de largas distancias (más de 25 kilómetros), descanso y una alimentación saludable. Sin embargo, a este principio se suman otras bases que tienen que ver con las ciencias aplicadas al deporte; entre éstas, la psicología.  
Al margen de los elementos netamente biológicos, los corredores conviven con las creencias de otros. Y eso, para quienes corren un maratón por primera vez, es como invocar 'El Muro'. Lo que todavía no aceptan muchas personas es que el estrés de una competencia produce cansancio. En los días previos, todo el mundo te habla eso. Es casi como un mito. Si la mente se queda en la línea de salida o en el kilómetro anterior, el camino que queda se vuelve más difícil. La mente tiene que servir como un “coach” interno, un entrenador positivo”, agrega.
  A nivel amateur y profesional, Rivas señala que los errores más comunes entre los que compiten en esta prueba es la predisposición a lesiones y abandonos anticipados.  
En esos casos, trabajamos mucho el ‘no me digas lo que no quieres, dime lo que sí’. Me mantengo en salud, me mantengo fuerte. Porque cuando la mente tiene este tipo de pensamientos, de miedo a lesiones o a sufrir calambres, el cerebro obedece. Mucha gente dice que la mente nunca registra el no. Y no es que no lo registre, más bien la mente se queda con la última indicación. Hay que trabajar en objetivos de enfoqueque inspiren a ganarle al cansancio”, explica.
  Por ALBERTO ACEVES
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