El permiso de impacto ambiental para la construcción del tren interurbano México–Toluca venció el 30 de abril, revelan oficios donde se solicitan cambios a la obra. Por esa razón, las autoridades responsables pidieron una prórroga a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de acuerdo con un oficio al que tuvo acceso El Heraldo de México.
La obra debió terminarse en cuatro años, pero modificaciones al trazo y al proceso constructivo, así como unos 10 obstáculos para avanzar en el proyecto, detuvieron los trabajos. En general, se hicieron un mínimo de cinco modificaciones, según revela el listado de las peticiones al cambio de impacto ambiental. El tramo en la CDMX tiene mayor avance; en la parte mexiquense aún se observan espacios donde el viaducto no tiene las trabes.
En el caso capitalino, la Secretaria de Obras y Servicios local (Sobse) es responsable del Tramo III, del túnel sobre la autopista México–Toluca, en Cuajimalpa, y concluye en Observatorio. Ese permiso fue otorgado desde el 25 de abril de 2014 y su vigencia era de cuatro años, tiempo en que debió concluir la obra.
Los cambios al proyecto han implicado retrasos, ajustes presupuestales e irregularidades en el gasto, observadas por la Auditoria Superior de la Federación.
Los últimos cambios han sido en el llamado Tramo III (La Marquesa–Metro Observatorio), donde se emplean nuevas técnicas constructivas. El 20 de abril, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes informó que la obra tenía un retrasó tres meses, principalmente por oposición vecinal.
En general, toda la obra civil estaba proyectada para ser concluida en mayo de este año. En territorio de la CDMX el tren tiene 17 kilómetros, donde la Sobse está a cargo el viaducto elevado, la estación Santa Fe y la terminal Observatorio.
“La Secretaría de Obras tiene previsto concluir la construcción (de su tramo) el segundo semestre de 2018”, se lee en la página de la dependencia. Al respecto, el titular de Obras y Servicios, Gerardo Báez, precisó que se están empleando métodos constructivos nunca aplicados en infraestructura en la capital.
“Estamos conforme al programa. Si bien se licitó a finales de 2014, nos llevamos año y medio parados por el cambio de trazo y en el proyecto ejecutivo.
“El proyecto ejecutivo que se licitó en nada se parece al actual. Ahora se tienen estructuras metálicas prefabricadas para el viaducto. Ese método no se había empleado en el país en carreteras o ferrocarriles”, acotó.
Por Lizeth Gómez