En México se tiene un déficit promedio de 57.5 por ciento de custodios penitenciarios, lo que genera cargas laborales, corrupción, desgaste profesional, motines y fugas.
Así se detalla en el estudio denominado “Condiciones de vida y de trabajo del personal de los centros penitenciarios federales”, elaborado por las investigadoras Elena Azaola y Catalina Pérez Correa.
De acuerdo con Azaola, la Organización de las Naciones Unidas recomienda que cada custodio debe tener bajo su responsabilidad la vigilancia y seguridad de 10 reclusos.
Pero la especialista alerta que en algunas cárceles —locales y federales— se detectó que hay un custodio vigilando hasta 200 internos; es decir, en esta situación se tiene un déficit de hasta 95 por ciento en el personal de custodia.
En los centros de reinserción social donde supuestamente se tiene mayor control de la población se reportó que, un elemento de vigilancia penitenciaria (principalmente mujeres) tienen bajo su responsabilidad a 50 internos; esto representa un déficit de personal de 20 por ciento.
[caption id="attachment_258127" align="aligncenter" width="1024"] FOTO: Reuters[/caption]
Sumando los máximos y mínimos del personal faltante, la moda estadística indica que en los 338 penales del país se tiene un déficit de 57.5 por ciento; es decir, se necesitan más de 23 mil vigilantes.
A esto se suma que el personal de los centros de reclusión trabaja en malas condiciones, pues según el estudio, la mayoría de los custodios tiene entre 36 y 45 años de edad y poco más de la mitad (51.5 por ciento) tiene bachillerato. Antes de ser custodios, 48.5 por ciento trabajo en una empresa privada, 10.7 por ciento tenía un negocio propio o familiar y 7 por ciento fue policía.
De los custodios encuestados, 70 por ciento consideró que tiene muy pocas o ninguna posibilidad de ascender a un puesto de mayor jerarquia; 42.2 por ciento reportó que su jornada laboral es de entre 29 y 30 horas continuas y 50 por ciento tiene un sueldo mensual que oscila entre 12 mil y 15 mil pesos.
“Como no nos dan uniformes sino cada tres o cuatro años, he llegado a comprarlos con compañeros que se dan de baja” y “debería haber uniformes especiales para mujeres y también que tomaran en cuenta el clima porque no es lo mismo Altiplano que Morelos”, son algunos de los testimonios recabados al realizar este estudio.
POR DIANA MARTÍNEZ
Martes 3 de Diciembre de 2024