Tribu yaqui le da voto de confianza

POTAM. Andrés Manuel López Obrador entró ayer al lugar más sagrado de la tribu yaqui, en Sonora, y salió con el respaldo de ocho gobernadores, quienes sin titubeos lo comprometieron a que, de ser presidente, velará por los intereses de este pueblo indígena y por conservar el derecho que tienen del agua. “Aspiramos y demandamos que usted sea el presidente histórico que termine de ejecutar los derechos que nos reconoció Lázaro Cárdenas, en territorio y agua, autonomía y política pública, para nuestro desarrollo”, se leyó en un documento, primero en yaqui y luego en español, que fue respaldado por los ochos pueblos; y al finalizar, los gobernantes hicieron que López Obrador lo firmara de recibido. No fue un evento cualquiera en este pueblo donde los remolinos de polvo y los perros callejeros corren en todas direcciones y donde el sol hace que arda la piel. Fue recibido con música en el centro de este pueblo y despedido con La Danza del Venado. Entró a la “zona sagrada”, un lugar ceremonial hecho con troncos, palma y sin paredes, donde los gobernantes varones han dirigido a su tribu cientos de años. Cuando entró a ese lugar sagrado, junto con los candidatos al Senado, Alfonso Durazo y la comunicadora Lily Téllez, ya lo esperaban sentados los ocho gobernantes yaquis, así como los yoremes (personas) más sabios y longevos de la tribu. A los costados de los gobernantes, todos los varones, estaban sus mujeres, quienes resaltaban por las tonalidades de rebosados lilas que lucían en sus cabezas. El tabasqueño fue hasta ellos, los saludó de mano y se sentó frente a los hombres con sombreros vaqueros. Es un lugar especial para los yaquis. Son estrictos con quien entra sin tener un cargo y con varas delinean el espacio que deben tener sus gobernantes. López Obrador escuchó con atención lo que le decían en yaqui y luego en español. Cuando le dieron la palabra, el tabasqueño se comprometió a elaborar un plan que respete las tradiciones, organización social y costumbres de los pueblos y que se firmará en caso de ganar la elección del 1 de julio. “Le pediré a quien va ayudarme en toda la política con los pueblos indígenas que los visite. Él es mixe de Oaxaca (Adelfo Regino); también a una mujer campesina, agrónoma, María Luisa Albores, ella es de Ocosingo, Chiapas, y vendrá a hablar con ustedes para que juntos elaboremos el plan”, añadió. Los yaquis lo dejaron terminar, pero luego manifestaron sus dudas. Ya no creen en los políticos; sin embargo, esta vez votarán por él, con el deseo de que les garantice, principalmente, su derecho al agua. POR FRANCISCO NIETO BALBINO
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