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En Zacatecas, cambiarán sonrisas de 25 niños

NACIONAL

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FRESNILLO. Como una labor altruista y para retribuir a su país natal, los médicos mexicanos Raúl Esparza Iturbide y Alejandro Medina, regresaron a México después de estudiar en Israel la especialidad de cirujanos plásticos; y encabezados por el Doctor Eyal Winkler, un grupo de 5 médicos israelíes atendieron a 25 niñas y niños con labio leporino y paladar hendido.

En una jornada intensa, en la que los médicos que realizan la 1er Jornada Quirúrgica de Labio y Paladar Hendido del 5 al 9 de marzo, programaron la intervención a 5 niños por día, en el Hospital General de Fresnillo.

En entrevista para El Heraldo de México, el zacatecano Raúl Esparza Iturbide, comentó que en los dos años que tiene trabajando con el Dr. Eyal Winkler, le propuso ir a la ciudad de Fresnillo, lo cual le entusiasmo mucho y por ello se unieron a esta jornada, Nimrod Farber, Sharona Czerniak, Iair Shachar y Noam Armon, médicos de los hospitales de Hadassah y Assuta,  en Tel Aviv, Israel.

El doctor Esparza explicó que el proceso de reclutamiento de los pacientes, se realizó a través del doctor Manuel Hernández, Cirujano Maxilofacial, como médico local de Fresnillo, quien realizó los estudios para programar a los pacientes e hizo los preoperatorios.

Raúl Esparza comentó que el regresar a contribuir en algo en la ciudad de la que es originario, en lo personal “me dio mucha satisfacción, porque el primer día de ver como las mamás, sonreían y lloraban de emoción y recibían a los doctores de Israel, fue muy emotivo”.

El cirujano Alejandro Medina, originario de Mérida, Yucatán, expresó su satisfacción que el trabajar con el equipo de Israel para estos niños, refiriendo que en experiencias anteriores en otros países, encontraron casos diferentes en donde los niños son señalados, o muchos de ellos ni siquiera habían salido de su casa cuando los visitamos la primera vez, porque se les considera que el labio leporino, era como un castigo hacia la familia, algo que no han visto en México.

El doctor Eyal Winkler, narró que este proyecto de realizar cirugías de manera gratuita, tiene más de 20 años, y surge en Alemania a donde acudió por primera vez a operar a niños pobres en las montañas de Nepal, “lo disfrute tanto, que decidí que siendo cirujano plástico estaba haciendo dinero suficiente a través de la cirugía, por lo que trataría cada dos años o más, hacer viajes a lugares a ayudar a niños a donde más lo necesiten”.

“Lo importante para mi es conocer el equipo local, mezclarse con ellos cooperar, hacer amigos, y hemos encontrado hacer un buen equipo. Es un gran hospital, agradable y juntos hemos cooperamos al mismo nivel”.

Winkler señaló que si los doctores Medina y Esparza, lo volvieran a invitar a México, regresaría a hacer estas cirugías, y detalló que en su próximo viaje tiene planeado regresar a África, sin embargo aún no tienen definido su próximo país en atender.

 “La cosa es que cuando vas a un país, las personas piensan que los doctores locales no son suficientemente buenos, y eso es falso, mucha gente trata de darse crédito por esto, nosotros venimos a ayudar y encontramos mucho apoyo del hospital local y las autoridades. Algunos casos son muy difíciles y he llegado a pedir apoyo a compañeros en Israel, pero la meta es seguir viajando por el mundo ayudando” puntualizó el líder médico Israelí.

Adriana Flores Fausto, mamá de Mateo de 6 meses, quien operado de su labio leporino, se trasladaron desde una comunidad del municipio de Jalpa para esta operación, y dijo estar satisfecha con el resultado de la cirugía, ya que su bebé batallaba para comer y tenía que darle cuidados especiales, aunque cuando nació Mateo, que es su tercer hijo, sabía que su problema fue hereditario,ya que el papá también sufrió de labio y paladar hendido.

Expresó que haber tenido sentimientos encontrados previos y durante la operación, porque tanto ella como los hermanos de Mateo, sentían tristeza de verlo entrar a quirófano a sus 6 meses de edad, sin embargo la satisfacción de saber que su bebé no necesitará los mismos cuidados que recibía, hasta antes de la intervención quirúrgica.

Pablo de 9 años de edad, se siente listo para regresar a su casa a jugar futbol y con su bicicleta, que es lo que más le gusta, después de su intervención; y su mamá Norma Angélica Castro Ibarra dijo valorar el trabajo de los médicos y su labor, porque no sólo los apoyaron en la operación, sino también en las comidas como en los viáticos y es una gran ayuda por parte de ellos.

Angélica platicó que era la segunda cirugía de Pablo, en la cual ve que tendrá una recuperación más rápida, al ver incisión realizada a su hijo; “y si él está feliz, yo estoy el doble de verlo así” aseguró, aun que sabe que seguirán con terapias para que con esta intervención mejore su dicción en las palabras que antes no podía.

Pablo, quien no se veía muy convencido de regresar a clases, dijo que le echaría ganas a la escuela, porque en un futuro le gustaría conocer el país de donde vienen los doctores que lo trataron. POR STHEPANY VILLEGAS / CORRESPONSAL

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