PALIZADA. Los daños ya alcanzan más de seis mil hectáreas deforestadas de selva, contaminación de suelos y cuerpos de agua; se arrasa con flora y fauna, tanto en zonas de amortiguamiento como en dos áreas naturales protegidas (ANP) en las que sobrevive el jaguar, por la introducción de plantaciones de palma de aceite en el sur de Campeche, denuncian investigadores, agrupaciones defensoras del ambiente y productores pecuarios de la zona.
Los gobiernos federal y estatal, junto con empresas transnacionales, planean sembrar al menos 100 mil hectáreas de árboles de palma de aceite.
Es un “proyecto estratégico”, ha expuesto el gobernador de Campeche, el priista Alejandro Moreno Cárdenas, al afirmar que la entidad “se convertiría en el principal estado palmicultor”.
Mircea Gabriel Hidalgo Mihart, coordinador del proyecto Monitoreo de Jaguar en el Corredor de las ANP Laguna de Términos-Calakmul, advirtió que a pesar de la reproducción del felino y tener registro de todos los componentes para su funcionamiento, hay riesgos actuales para su sobrevivencia, “por la importantísima y gran pérdida de hábitat”, que tiene que ver con la palma de aceite, donde se devasta selva para meter ese monocultivo.
El responsable técnico de proyectos de conservación de jaguares en el sureste de México e investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, sostuvo que el programa de palma de aceite, produce cambios importantes de hábitat. “Es un trabajo muy sistemático, literal de limpieza, limpian drenes, potreros, arroyos, lagunas, arrasan, tiran y destruyen todo”, dijo.
El coordinador de la Asociación Ecológica Santo Tomas, Hugo Ireta, denunció que la principal depredadora en esa región es Palma Tica, que rentó grandes terrenos, por 25 años, en los que destruyó las selvas.
Citó que en septiembre de 2014 pidió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales los manifiestos de impacto ambiental presentados por Palma Tica, a lo que la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental respondió que eran inexistentes, según el oficio UCPAST/UE/14/1641, a pesar de que tenía tres años de deforestar y contaminar con agroquímicos.
ACTÚAN TARDE
Antes, en agosto de 2014, la Asociación Ecológica había denunciado ante Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que Palma Tica actuaba sin contar con manifiesto de impacto ambiental, “consistente en el cambio de uso de suelo de selva a cultivo agroindustrial, así como la construcción de canales y drenes en sitios de influencia con el Área Natural Protegida Laguna de Términos”.
Fue hasta tres años después, y ya con daños irreversibles, que la Profepa actuó parcialmente contra la empresa costarricense Palma Tica, y con la Procuraduría General de la República clausuraron los ranchos Villa Rosa, El Caobal, El Cuerno y El Freno, con cuatro mil 262 hectáreas sembradas, según la Carpeta de Investigación FED/SEIDF/ UNAI-CAMP/0000634/2017, iniciada por la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente.
Consultado sobre esta denuncia del daño a fauna y flora, el delegado de la Profepa en Campeche, Luis Mena Calderón, rechazó confirmar o negar presuntos daños, tanto a su hábitat como al jaguar. Dijo que tiene que ser en la Ciudad de México donde se solicite la información.
En la zona ganadera de Palizada hay conservacionistas del jaguar, como en el Hotel Rancho San Román, y los ranchos Santa Lucía, Las Piedras, El Limonar, Santa Gertrudis y Nicté Ha.
Allí los jaguares todavía conviven con ellos, y quieren que así se mantenga, pero su preocupación es que ven como en unos años ha cambiado totalmente la dinámica de la región con la llegada de la palma de aceite, subrayó Hidalgo Mihart.
POR ROBERTO BARBOSA SOSA / CORRESPONSAL