Las agresiones físicas contra estudiantes en CU datan cuando menos de abril de 2017: una joven fue golpeada por orden de un dealer, luego de contestar una llamada, lo que fue interpretado por como una intromisión en sus actividades ilícitas.
El Consejo para la Ley y Derechos Humanos, AC, presidido por Fernando Ruiz ha documentado al menos 25 reportes de acciones violentas contra el estudiantado del campus.
En entrevista con El Heraldo de México el activista refirió que dos de los casos documentados son los suicidios de estudiantes de las facultades de Ingeniería y Medicina, respectivamente, fueron inducidos por los narcomenudistas.
Roberto V. fue acosado, luego de grabar a los dealers mientras vendían drogas y, al descubrirlo, lo obligaron a borrar el video.
Testimonios de sus amigos, recabados por la AC, además lo amenazaron con matar a su familia si él no se quitaba la vida.
Luis Roberto M., estudiante de Derecho, fue atacado, luego de reclamar a los delincuentes la venta de drogas en el campus universitario.
“Estos sujetos, en un estado de paranoia, al creer que los graban, van y los agreden”, aseveró.
Estas versiones coinciden con los testimonios de alumnos y ex alumnos publicados el jueves por este diario, quienes denunciaron el amedrentamiento que sufren por parte de los narcomenudistas.
El Consejo señaló que tiene testimonios que sostienen que algunos ataques han ocurrido frente al personal de Auxilio UNAM, tal como mostró un video que circuló recientemente en redes sociales, donde un joven de Derecho encara a vigilantes por no actuar frente a consumidores y vendedores de drogas.
Los propios narcomenudistas confirmaron a la AC que algunos vigilantes forman parte de su nómina.
“Esta situación de complicidades y la poca seguridad que permite que accedan con armas, impide erradicar el problema”, indicó Ruiz.
Incluso, afirmó que hay identificados tres grupos delincuenciales –uno local, llamado Los Rodolfos, uno de Tláhuac y otro de Jalisco–que se disputan la venta de drogas en CU.
“Que estén disputando una plaza en CU, evidentemente va a llevar a un enfrentamiento armado entre ellos, como ya ocurrió el pasado viernes”, subrayó.
Un estudiante que estaba presente el día del ataque armado, detalló a la asociación que no fue una balacera, sino dos.
La que está confirmada por las autoridades, ocurrida en el área de los frontones, y la segunda, a un costado de la sala de esgrima.
Como prueba están los seis cartuchos percutidos, dos balas útiles y una ojiva que el joven recolectó en el lugar.
Desde que empezó a recabar la información, el Consejo acudió a la Procuraduría General de la República (PGR) a entregar los datos, registrados en la carpeta FED/SDHPDSC/ UNAI-CDMX/0000379/2017.
“Esta investigación lo que pretende es dotar a la PGR de información oportuna para que pueda ejercer las acciones legales que corresponden”, explicó.
Concluyó que es urgente que las autoridades federales, locales y universitarias deben implementar un programa de inteligencia a fin de identificar a los delincuentes y detenerlos.
POR LIZETH GÓMEZ DE ANDA