Roban 35 toros sardo negro valuados en 2 millones de pesos

PUEBLA.- La madrugada del sábado 24 de febrero se asestó un duro golpe a la ganadería de alto registro en México. En el municipio  de Hueytamalco, dos camiones entraron al rancho “Los Corrales”, propiedad de Miguel Ángel Arámburo, presidente de la Asociación Mexicana de Criadores de Cebú (AMCC), y se robaron 35 toros de la raza sardo negro, con un valor aproximado total de 2 millones de pesos, que estaban dados de alta en el “Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado” (Siniiga) mediante un arete identificador. De acuerdo con la denuncia, a menos de 30 kilómetros del predio se encuentra una caseta fitosanitaria. En estos puntos de inspección interna, los servidores públicos del gobierno federal están obligados a corroborar los documentos para demostrar la legítima propiedad del ganado que se pretende movilizar y, en caso de presentar inconsistencias, reportarlo a las instancias correspondientes. Por ello, el hecho causó sorpresa e impotencia, pues cuando un ganadero pretende llevar animales a su rancho, en las casetas la revisión es exhaustiva y cualquier elemento que no cumpla con las normas, es suficiente para impedir el ingreso, por lo que se presume que los empleados federales fueron omisos ante la salida de los camiones; incluso, no se descarta que estén coludidos en el robo.  

FÁCIL DE IDENTIFICAR

El abigeato o robo de ganado es muy fácil de identificar, ya que presenta características similares al robo de arte: no existe un ejemplar igual a otro; las sanciones por este delito ameritan de 2 a 10 años de prisión. El destino de los toros sardo negro no es el sacrificio para su consumo, sino que la especie sirve para el mejoramiento genético del hato ganadero nacional, por sus características, dado que cada uno fue seleccionado por el criador, para lo cual se requiere tiempo, esfuerzo e inversión. Este caso no es el único. Tan sólo durante 2017 se abrieron 143 carpetas de investigación por este delito en todo el país, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, aunque no se precisa el número de cabezas. En el caso de Puebla, se presentaron ocho denuncias. En este caso, del que ya fueron informados funcionarios y las autoridades competentes, el uso de tecnología y candados impuestos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) permitirían la recuperación de los animales robados. Según las normas de la dependencia federal, ningún tipo de ganado puede ser movilizado en territorio nacional sin las exhaustivas revisiones y papeleo exigido, por lo que cuando se intente sacrificar, transitar o internarse en cualquier entidad federativa o país vecinos, los toros serán detectados con facilidad. Asociaciones de ganaderos han exigido dificultar el abigeato o por lo menos hacer rastreable a la mayoría del hato ganadero del país. En las comunidades agrónomas, esta actividad representa la mayor fuente de riqueza y provee mayores posibilidades para mejorar la calidad de vida. Cabe recordar que el presidente de la AMCC, la asociación más importante de ganado de registro en México, ha exhortado a las autoridades a ocuparse en el tema, pues está seguro de que de si la dependencia, encabezada por José Calzada, toma cartas en el asunto, las preocupaciones del campo serán otras: mejorar y cumplir con decoro la noble tarea de alimentar a los mexicanos.  POR ELÍAS DE LA FUENTE  
Temas