Igual que cuando recibió los restos de su hija, Norma Laguna recorrió con un ataúd las calles de Ciudad Juárez para exigir a las autoridades un alto al feminicidio y la desaparición de mujeres.
¿Dónde está el gobernador?, porque el grupo especializado para los casos concernientes en desapariciones de mujeres y feminicidios no cuenta con una coordinación, ni con fortalecimiento y seguridad para continuar con las investigaciones que ayuden a recuperar a las jóvenes que llevan años desaparecidas y a dar con los responsables de los feminicidios de tantas mujeres”, reclamó después de ocho años sin su hija.En marzo del año pasado, las madres de 11 jóvenes asesinadas en el Valle de Juárez le pidieron al gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, la formación de un grupo especial para sus casos, así como el fortalecimiento de la Fiscalía de Género, lo cual ocurre sólo en simulaciones, aseguró la mujer en el exterior del lugar en el que su hija fue víctima de trata de personas. Idali Juache Laguna tenía 19 años cuando desapareció. Jugaba futbol, quería ser edecán y estaba planeando su boda, pero fue privada de la libertad el 23 de febrero de 2010. Un día después, su mamá se acercó por primera vez a las autoridades de Chihuahua, con la esperanza de volver a ver a su hija viva, pero nunca hubo avances en la investigación de su desaparición, reclamó. Junto con sus otros siete hijos, los padres de Idali se dedicaron a buscarla, a recorrer las calles, a repartir miles de pesquisas y exigir a las autoridades su regreso. Pero en abril de 2012 Norma fue notificada por la Fiscalía de Chihuahua sobre el hallazgo de un trozo de cráneo en la sierra del Valle de Juárez, el cual, según las pruebas de genética, pertenecía a su hija. Ella no creía que era su hija y no aceptó el resto óseo, hasta diciembre de 2013 cuando, con ayuda de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) le confirmó que el resto sí era de Idali. El 27 de diciembre de ese año, Norma recorrió las calles de Juárez con el ataúd de su hija, para después enterrarla. Este fin de semana cargó nuevamente un ataúd, rosa con cruces negras y la imagen de Idali, en busca de justicia y prevención para otras mujeres.
Hoy quiero recordarles que son ocho años sin mi hija, pero también quiero recordarle a nuestro gobernador, Javier Corral Jurado, y al fiscal César Augusto Peniche Espejel, los compromisos que realizaron con las madres de víctimas de desaparición y feminicidio… hago una exigencia a que le den la importancia debida a esta problemática que ha llevado años en la ciudad, que no la invisibilicen, por el contrario, que garanticen una vida libre de violencia”, reclamó.La agrupación de Madres y Familiares Unidos por Nuestras hijas reclamó que cada agente de la Fiscalía Especializada en la Investigación de Delitos de Género cuenta con más de 200 carpetas para investigar, por lo que es necesario que se integre más personal, como se le pidió al gobernador. POR HÉRIKA MARTÍNEZ PRADO Corresponsal