Por unanimidad, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó –con 303 votos a favor- una reforma para diferenciar el acoso del hostigamiento sexual, con el objetivo de combatir eficazmente la violencia contra las mujeres.
El dictamen, el cual fue enviado al Senado para su segunda discusión, aclara que el hostigamiento sexual será reconocido como cualquier conducta que cometa una persona en contra de otra con fines lascivos, mediante el ejercicio del poder, el asedio reiterado valiéndose de su posición jerárquica derivada de sus relaciones laborales, docentes, domésticas o cualquier que implique subordinación.
En cambio, el acoso sexual –con esta nueva reforma a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia- será reconocida como una conducta que tenga una connotación sexual que no esté consentida por quien la recibe y que puede llevar a un riego para la víctima.
Diputadas de todas las bancadas coincidieron en que el abuso contra las mujeres representa la transgresión reiterativa a sus derechos humanos y es obligación del Estado actuar frente a esas arbitrariedades.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Laura Plascencia (PRI), explicó que en el país siete de cada 10 mujeres son víctimas de violencia, “pero lo grave es la violencia sexual, pues el 40 por ciento de las mujeres sufre este tipo de abuso, y cuando se revisan las estadísticas de denuncias vemos que son pocas las que se llevan a cabo”.
Explicó que esta reformas deja claro de qué forma se configura el acoso y el hostigamiento sexual, lo cual es muy importante debido a que cada minuto una niña o una mujer son violadas.
La diputada de MC, Candelaria Ochoa Ávalos (MC), dijo que el acoso es un tipo de violencia que evidencia un desbalance de poder en el que una persona amedrenta a otra y es un comportamiento que afecta a la mayoría de las mujeres en el país.
Por Francisco Nieto