En lo que va de 2018, la Secretaría de Seguridad del Estado de México trasladó un total de 450 presos a centros federales de Readaptación Social (Ceferesos), por contar con un perfil de alta peligrosidad para las prisiones estatales.
Tan sólo en este mes, la subsecretaría penitenciaria del Estado de México trasladó a 198 reclusos, entre ellos un grupo de seis mujeres privadas de su libertad a diferentes Ceferesos que hay en el país.
Los reclusos fueron procesados por los delitos de secuestro, violación, homicidios dolosos y otros crímenes de alto impacto. Por ello, la corporación de seguridad estatal apuntó que estos actos tienen el objetivo de preservar el orden en sus penitenciarías.
Entre los penales federales que fueron trasladados se encuentra en Michoacán, Guanajuato, Coahuila, Durango y Quintana Roo.
Este programa se llevó a cabo de forma constante desde septiembre de 2017, luego de que se dio a conocer el caso de Luis Alberto González Nieto, alias El Tatos, un interno acusado de dirigir a un grupo de extorsionadores que amagaban a reos del penal de Neza Bordo.
Un mes después, González Nieto fue trasladado al penal de Chiconautla, en Ecatepec, donde fue amenazado por reos y, posteriormente, se generó un motín que dejó dos personas fallecidas. Tras el altercado, El Tatos fue llevado al penal de Gómez Palacio, en Durango.
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Los trasladados son considerados presos con un perfil de alta peligrosidad. Foto: Especial.[/caption]
Radiografía
El traslado de esta población penitenciaria ocurre entre distintas deficiencias que se presentan en los centros penitenciarios del Estado de México, entre las que destacan actos de autogobierno, hacinamiento y falta de aspectos que garanticen una vida digna.
Con 12 penitenciarías, el Estado de México es la entidad con la que cuenta el mayor número de cárceles bajo su jurisdicción en el país, también cuenta con el mayor número de población carcelaria con 23 mil 931 sujetos privados de su libertad.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ocho de esos 12 penales estatales, presentan casos de sobrepoblación.
Entre los que presentan mayor saturación, están los penales de Chiconautla, en Ecatepec; el centro Juan Fernández Albarrán, de Tlalnepantla; la penitenciaría de Cuautitlán y el Penal de Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl.
En septiembre, la secretaria de seguridad, Maribel Cervantes, reconoció la sobrepoblación y actos de corrupción de los centros penitenciarios estatales, situación que se está combatiendo gracias a un modelo impartido por la comisión estatal de derechos humanos.
“Hay una complicidad entre el familiar y la corrupción interna. Son los familiares quienes llevan el alcohol, las drogas, las armas blancas, etcétera. Obviamente está asociado con temas de corrupción interna que ya estamos atendiendo”, reconoció.
Entre los penales con reporte de alto índice de corrupción están Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl y Cuautitlán
Por José Ríos
jrr
Los trasladados son considerados presos con un perfil de alta peligrosidad. Foto: Especial.[/caption]
Radiografía
El traslado de esta población penitenciaria ocurre entre distintas deficiencias que se presentan en los centros penitenciarios del Estado de México, entre las que destacan actos de autogobierno, hacinamiento y falta de aspectos que garanticen una vida digna.
Con 12 penitenciarías, el Estado de México es la entidad con la que cuenta el mayor número de cárceles bajo su jurisdicción en el país, también cuenta con el mayor número de población carcelaria con 23 mil 931 sujetos privados de su libertad.
De acuerdo con el último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ocho de esos 12 penales estatales, presentan casos de sobrepoblación.
Entre los que presentan mayor saturación, están los penales de Chiconautla, en Ecatepec; el centro Juan Fernández Albarrán, de Tlalnepantla; la penitenciaría de Cuautitlán y el Penal de Bordo de Xochiaca, en Nezahualcóyotl.
En septiembre, la secretaria de seguridad, Maribel Cervantes, reconoció la sobrepoblación y actos de corrupción de los centros penitenciarios estatales, situación que se está combatiendo gracias a un modelo impartido por la comisión estatal de derechos humanos.
“Hay una complicidad entre el familiar y la corrupción interna. Son los familiares quienes llevan el alcohol, las drogas, las armas blancas, etcétera. Obviamente está asociado con temas de corrupción interna que ya estamos atendiendo”, reconoció.
Entre los penales con reporte de alto índice de corrupción están Ecatepec, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl y Cuautitlán
Por José Ríos
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