Después de la tormenta vino una relativa calma al seno de la caravana migrante. Casi todo volvió a la normalidad, después de que unos 500 centroamericanos intentaron cruzar por la fuerza el domingo hacia Estados Unidos.
Después de no cumplir su objetivo, la gran mayoría retornó al albergue instalado para ellos en el Deportivo Benito Juárez de Tijuana, donde fue poco notoria la ausencia de 140 personas que fueron detenidas por esos hechos: 42 en el lado estadounidense y 98 en México, que serán deportados a sus respectivos países de origen.
Ahí cohabitan más de 5 mil 600 almas, entre niños, mujeres y hombres, en casas de campaña improvisadas con lonas que la misma gente les ha donado.
Los extranjeros tratan de seguir su vida, sin perder el objetivo que los llevó a ese lugar.
“Tenemos que buscar maneras de cómo ingresar (a EU); para atrás no podemos, porque no tenemos a dónde ir”, comenta uno de los migrantes que viaja desde Honduras.Afuera del albergue se reforzó la vigilancia, con decenas de elementos de la Policía Federal. El comisionado de esta corporación, Manelich Castilla, subrayó que la Policía Federal actuará conforme a la ley si se registran incidentes violentos. Explicó que en las inmediaciones del albergue se fortaleció la seguridad, para evitar cualquier hecho que ponga en riesgo a los migrantes. “Esto implica que estamos haciendo un despliegue que ustedes ya observaron, basado primero en proximidad; es decir, el acercamiento amable con los migrantes, que conozcan lo que el Instituto Nacional de Migración tiene de alternativas para ellos.
“Después, claro que existe la contención, porque tenemos que salvaguardar derechos de terceros; y desde luego que aquellos que insistan en romper las normas y en colocar en riesgo a los migrantes, pues vamos a actuar conforme lo establece la ley”, señaló.El presidente Enrique Peña Nieto agradeció las labores de la corporación policiaca y señaló que el gobierno aboga por una “migración ordenada y respetuosa del marco legal”. La crisis le dio argumentos al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró en Twitter que está dispuesto a cerrar la frontera “permanentemente” si México no actúa para enviar de vuelta a sus países de origen a los inmigrantes. A raíz del incidente, el gobernador de Baja California, Francisco Vega, pidió que el gobierno federal atienda la contingencia migratoria “como un asunto de seguridad nacional”. Con información de Said Betanzos y agencias.
POR DIANA MARTI?NEZ E IVA?N RAMI?REZ
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