En México, la diabetes es la segunda causa de muerte en la población con más de 100 mil casos por año, debido a que se considera como una enfermedad incurable, principalmente la tipo 2, que, de acuerdo con la Secretaría de Salud, padecen 358 mil 740 mexicanos.
Sin embargo, a pesar del diagnóstico que determina que es una enfermedad que no se puede curar, en algunos casos puede entrar en remisión, lo que aumenta la esperanza de vida para las personas que la padecen, aseguró el especialista Ernesto García Rubi.
Lo anterior debido a que las células encargadas de mantener el control de la glucemia pueden recuperar su función.
No obstante, para que se puedan restaurar las células, se requiere que la persona diagnosticada con diabetes relacionada con obesidad, baje más de 10 kilos y mantenga hábitos saludables, inicialmente durante un año, para que sus niveles se mantengan los parámetros normales.
Con 43 mil 632 casos, el Estado de México ocupa el primer lugar en la enfermedad; por el contrario, Baja California Sur ocupa el último lugar a nivel nacional con mil 825 casos.
De los casos de diabetes en México, 90 por ciento son provocados por el sobrepeso o la obesidad, explica Óscar Romero, nutriólogo, quien confirma que la mayoría de pacientes fallecen debido a la falta de información y posibilidades, al no acercarse a un experto.
Cuestión que, si no se controla, para el año 2030 se podría alcanzar una cifra de 149 mil 99 muertes al año por diabetes, según el Anexo Estadístico del sexto Informe de gobierno del Poder Ejecutivo.
Asimismo, además del constante tratamiento nutricional, el paciente también debe de enfocarse en el tratamiento emocional, ya que Los factores físicos y sociales, así como el estado emocional del paciente son factores importantes que afectan a la salud debido a que el proceso es largo y requiere de continuidad y decisión, de acuerdo con Christian Lugo, gerente académico de la Federación Mexicana de Diabetes, quien aseguró que un mal manejo emocional puede provocar el fracaso del tratamiento.
“Se recomienda que no exista un cambio radical de vida, que no se le restrinjan todos los alimentos ni actividades”, dijo.No obstante, recomendó acudir con un especialista para llevar un estilo de vida adecuado para cada situación. Por Frida Valencia jrr