En el Quinto Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, el denominado “gasolinazo” puede encontrarse bajo el eufemismo de “precios competitivos”.
Si bien el ajuste en los precios de los combustibles, que se dio este año, era un paso previsto por la Reforma Energética, el documento emitido por la Presidencia omite que fue una de las razones que tumbó el volumen comercializado de petrolíferos a su nivel más bajo en 13 años en el primer semestre del 2017.
De acuerdo con el Informe, las ventas de petrolíferos se contrajeron 4.9% entre septiembre de 2016 y junio de este año por “las menores ventas de gas licuado de petróleo y coque, con 29.7% y 34.8%, respectivamente”.
No obstante, estos apenas representan 12.4% del total de las ventas de petrolíferos en el país. Mientras que la gasolina y el diesel representan 73.3% de las ventas de procesados de hidrocarburos.
En el caso de las gasolinas y el diesel, el volumen del retroceso en las ventas entre finales del año pasado y los primeros meses de este, fue de cerca de 60 mil barriles diarios, mientras que en el caso del gas licuado de petróleo fue de seis mil barriles diarios.
El gasolinazo no sólo fue una de las razones que desincentivó el consumo del combustible, sino, además, también se considera una de los principales motivos que incentivó la compra de gasolinas robadas, pues en los canales regulares el precio del combustible aumentó aproximadamente 20 por ciento.
Por: Ender Marcano