El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) urgió a las autoridades mexicanas para que regulen la renta de
vientres, a fin de protejer los derechos humanos de las personas involucradas en este proceso.
Las consecuencias de no legalizar la renta de
vientres, también conocido como
embarazos subrogrados, acrecentarán los problemas ya existentes: mujeres gestantes
criminalizadas, recién nacidos sin actas de nacimiento y menores desaparecidos.
El
GIRE presentó un informe, el primero en México, que detalla la grave situación de 13 hechos documentados en
Tabasco, estado que encabeza el número de casos en el país de renta de
vientres, pues fue el primero en
México que en 1997 incluyó en el artículo 92 de su Código Civil una mínima regulación de
embarazo subrogado, pero la cuál no incluye protección para las mujeres gestantes.
https://youtu.be/V1btjwQRjIU
El GIRE informó que otro estado mexicano que también reconoce la maternidad sustituida, es
Sinaloa. El Código Familiar de esa entidad establece que la “reproducción humana asistida”, constituida por métodos de fertilización, permite “la procreación fuera del proceso natural, de la pareja infértil o estéril”.
El costo de la renta de un
vientre, o embarazo subrogado, en
Estados Unidos es de aproximadamente
170 mil dólares, equivalente a tres millones 60 mil pesos; mientras que en México puede costar
64 mil dólares, o un millón 152 mil pesos.
La madre sustituta recibe
14 mil dólares, 252 mil pesos, según la SBB. Agencia que opera en México desde California.
VICTORIA RENTÓ SU VIENTRE
Tiene 32 años, tres hijas y una nieta.
Victoria rentó su
vientre a un estadounidense, pero a los cuatro meses del embarazo le diagnosticaron diabetes gestacional, a los ocho le informaron que el bebé había muerto.
Victoria y el padre descubrieron que la agencia se quedó con la mayor parte del dinero.
POR SAMANTHA NOLASCO