El aumento de alcaldes asesinados en la última década dificulta a los partidos políticos encontrar candidatos, principalmente en municipios con marcada influencia del crimen organizado.
En Puebla, por ejemplo, en el llamado triángulo rojo – compuesto por los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Quecholac, Acatzingo, Acajete y Tecamachalco- hay militantes de Morena que prefieren no participar en política ante el miedo de sufrir represalias, reconoció el secretario de Derechos Humanos del partido, Carlos Figueroa.
“Ahí están las bandas de huachicoleros y ésa es nuestra preocupación, porque ellos deciden quién va o no va”, dijo a El Heraldo de México.
La historia se repite en Sinaloa y Durango, donde incluso no han podido crear comités seccionales “porque son zonas sumamente peligrosas”.
“Al menos dos terceras partes de los 2 mil 500 municipios deMéxico se encuentran bajo el control directo o influencia del narcotráfico”, agregó.
Este mismo escenario se repite entre militantes del PRD, refirió la secretaria de Derechos Humanos, Paloma Castañón, pues en las áreas de mayor influencia de grupos del crimen organizado hay “compañeros” que decidieron alejarse de la vida política ante el temor de ser acribillados.
“Cuando hay elecciones, hemos visto que aumenta la violencia; algunos deciden no participar, otros lo hacen sabiendo del riesgo que implica hoy ser presidente municipal.”
Según la Asociación Nacional de Alcaldes (Anac), los estados con mayor riesgo para los presidentes municipales son: Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz.
El presidente de la Anac, Enrique Vargas, manifestó su preocupación en la tendencia al alza, ya que de 2013 a la fecha han sido ultimados 51 alcaldes, mientras que en la administración del ex presi- dente Felipe Calderón fueron asesinados 49.
Por Ricardo Ortiz.