La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pone en riesgo la industria manufacturera en México, pues uno de los temas clave son los salarios, que por ser tan bajos en comparación con otros países, resultan atractivos para empresas internacionales que buscan instalarse en la frontera norte y la zona del bajío.
Además, podrían detener las inversiones estadounidenses en el país por lo que resta del año debido a las especulaciones, pero también pueden ser una oportunidad para que México actualice un convenio obsoleto en su relación con Estados Unidos, señalaron especialistas.
Según los anuncios de contratación que tienen las maquiladoras, el sueldo semanal de un obrero va de los 800 a los mil 200 pesos por semana. Y de acuerdo con datos del Inegi, hasta mayo pasado, 60 por ciento de los trabajadores formales de Ciudad Juárez estaban dados de alta en la industria maquiladora, equivalentes a 279 mil 972 personas.
Expertos indican que del total de los trabajadores de las maquiladoras en Ciudad Juárez, 10 por ciento son administrativos, 30 por ciento son técnicos y el 60 por ciento restante son obreros.
De acuerdo con dichos cálculos y con los mil 620 millones 378 mil pesos que pagó la industria en Juárez durante mayo a obreros y técnicos, según el Inegi, el sueldo mensual promedio es de 6 mil 430 pesos, cuando en Estados Unidos y Canadá pagan en promedio 20 dólares por hora, equivalentes a unos 352 pesos; el salario promedio del personal administrativo es de 27 mil 944 pesos mensuales.
“Si las negociaciones están en manos de quienes saben, no es malo que el TLCAN se someta a una revisión, al contrario, después de tantos años, de 1994 hacia acá, creo que ya hacía falta una actualización. Hay temas que México debe tocar sobre el comercio exterior que tiene con Estados Unidos”, comentó la economista y analista de la industria, Erika Donjuan Callejo.
El tipo de cambio de las monedas, los salarios de los trabajadores, la transportación de las mercancías y los certificados de origen son temas que deben analizarse y que pueden beneficiar a México.
Históricamente, la mano de obra barata ha atraído a las empresas a puntos como la frontera, por lo que México requiere mejorar los salarios, pero no a partir de una imposición, sino de preparar al país en el tema de capital humano e infraestructura que permitan atraer inversiones de mayor valor agregado.
Aumentar los sueldos, principalmente de los obreros que trabajan en las líneas de producción podría ser positivo, pero también le restaría competitividad al país y por ende podría causar la pérdida de empleos, comentó Donjuan Callejo.
“Por un lado pudieras pensar que es benéfico para el trabajador, pero no puedes impulsar un incremento al salario que sobrepase los costos que las empresas ya tienen programados, porque finalmente pierdes competitividad. Algo que pudiera ser benéfico, también pudiera generar algún problema de desempleo, la industria ya está integrada a un nivel mundial y tiene a veces sus costos muy topados”, explicó.
La economista estimó que 60 por ciento de las plantas industriales del país son de capital estadounidense, pero también se han diversificado y existen de otros orígenes, como Alemania, Francia y Japón.
El doctor en Desarrollo Económico, Antonio Salas Martínez señaló que México siempre ha estado a disposición de Estados Unidos. “Espero que no se sujete aún más el país a lo que diga EU”, dijo al destacar que las especulaciones sobre las negociaciones pueden durar al menos lo que resta del año.
Estas especulaciones podrían frenar las inversiones en el país en lo que resta del año, destacó Donjuan Callejo.
Para ambos economistas la realidad actual es muy distinta a la década de los 90, cuando se firmó el TLCAN, y ni siquiera tenía tanta fuerza el internet, por lo que creen que las renegociaciones pueden ser un área de oportunidad para el país, con el cual Estados Unidos no puede romper dicho tratado porque se perjudicaría él mismo.
Según datos de la Secretaría de Economía federal, la Inversión Extranjera Directa (IED) registrada en el país en el primer trimestre de 2017 fue de 7 mil 946 millones de dólares, de los cuales la Ciudad de México representa el 20 por ciento, el Estado de México el 9, Nuevo León el 7, Baja California el 6 y Guanajuato, Chihuahua, Querétaro, así como Tamaulipas el 5 por ciento cada uno.
Del 5 por ciento que representa Chihuahua, equivalente a 389 millones de pesos, 51 por ciento son para la industria manufacturera, 16 por ciento para el sector minero, 15 por ciento para servicios financieros, 13 por ciento para el área de transporte y comunicaciones, y el resto para los otros sectores.
Por Hérika Martínez