Para el fiscal Anticorrupcio?n de Nuevo Leo?n, Ernesto Canales, el nombramiento del fiscal federal no se ha dado en funcio?n de una mayor eficiencia en la persecucio?n de estos delitos, sino que se ha convertido en “una moneda de cambio de los partidos poli?ticos”.
“Sospecho que muchos legisladores han estado ma?s interesados en ver quie?n le daba o?rdenes al fiscal y no en que? iba a hacer ese fiscal y co?mo quitar los obsta?culos que existen para hacer su trabajo”. Canales fue el primer fiscal anticorrupcio?n del pai?s, y a diferencia del fiscal federal o los estatales, no fue nombrado por el Poder Legislativo, sino por el Ejecutivo, encabezado por el gobernador Jaime Rodri?guez Caldero?n, El Bronco. Para Canales la discrecionalidad de su nombramiento no resta autonomi?a a su labor de combate a la corrupcio?n, pues su independencia del Poder Ejecutivo reside en el marco legal estatal y en la voluntad de su actuar.
Aunque reconoce que los esca?ndalos de gobernadores acusados de corrupcio?n evidencian que los procuradores estatales nunca actuaron en su contra, para el Fiscal de Nuevo Leo?n esto no significa que al ser nombrados por los congresos locales los fiscales sera?n completamente auto?nomos.
“¿Que? pasa si la mayori?a de un congreso es del mismo partido que el gobernador?", cuestiono?, “pues se va a manejar de una forma poli?tica, no por los me?ritos del candidato”.
Durante su an?o y medio en el cargo, algunos diputados del Congreso local han exigido su renuncia, acusa?ndolo de haber cometido fraude a la viuda de Emilio Azca?rraga Milmo. Canales aseguro? que los legisladores no quieren lograr un mejor combate a la corrupcio?n, “su motivacio?n es poli?tica”, sostuvo.