México es el nuevo destino de refugiados

Para Junior Fils-Aime la vida no ha sido fácil. Desde pequeño soñó con salir de Haití para estudiar medicina, pero la muerte de su madre lo hizo abandonar la carrera. Retomó los estudios y con mucho esfuerzo se convirtió en doctor, pero el terremoto de 2010 devastó las fuentes de empleo de su natal Puerto Príncipe. Emigró a Brasil durante el boom económico de la Copa del Mundo. Trabajó como albañil hasta que estalló la crisis política y económica que acabó con los trabajos temporales. https://www.youtube.com/watch?v=LXERyaPufiY&feature=youtu.be Decidió viajar hacia Estados Unidos para tramitar un permiso de entrada humanitario. Atravesó seis países hasta llegar a la frontera, donde se topó con un gran muro metálico que no pudo cruzar, pues el Gobierno de Estados Unidos había endurecido sus políticas migratorias. Tijuana es ahora su nuevo hogar.   Junior es uno de los miles de extranjeros que han solicitado el estatus de refugiado ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), un grupo que ha crecido en un 447 por ciento en tan solo cuatro años.   En 2013 fueron mil 295 los solicitantes de refugio. En 2016 se dispararon hasta 7 mil 91. Durante ese periodo, el gobierno mexicano aumentó un 71 por ciento el número de aprobaciones de solicitudes. Sin embargo, los perfiles de los solicitantes han ido cambiando. Antes el grueso de los peticionarios eran hombres mayores de edad. Ahora cada vez son más mujeres y menores de edad los solicitantes.Una constante prevalece: la inmensa mayoría de quienes piden refugio provienen del triángulo norte de Centroamérica. Guatemaltecos, salvadoreños, y sobre todo hondureños, que abandonan sus hogares huyendo de la violencia.   El arribo de 19 mil haitianos a México desde mediados de 2016 hasta principios de 2017 desató una crisis humanitaria en la frontera, sobre todo en Tijuana. Alrededor de 360 ciudadanos de Haití solicitaron el estatus de refugio ante la Comar durante los primeros 50 días del año, de acuerdo con las cifras de la delegación del Instituto Nacional de Migración en Baja California.   Junior y su familia interpusieron su solicitud de refugio en enero y hasta el momento no han recibido respuesta de la Comar. Mientras tanto cuentan con permisos de visitantes por motivos humanitarios expedidos por el INM. Aunque su sueño americano se ha desplomado, Junior se siente agradecido de poder vivir y trabajar legalmente en México. “Mi mamá siempre dijo que donde quiera que hay sal y agua uno puede vivir”, afirmó.   Por Luis Pérez
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