Es definitivo: Los comicios del domingo 4 de junio desbancaron al PRI como la primera fuerza política de los últimos 86 años en el Estado de México, de acuerdo a los resultados definitivos de la contienda, ya desagregados por partido y distrito, dados a conocer por el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).
Así, Morena superó al PRI por 66 mil 851 votos; es decir el tricolor obtuvo un millón 812 mil 575 sufragios, contra un millón 879 mil 426 sufragios de los morenistas.
De esta manera, el priismo mexiquense fue desplazado a una segunda posición por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Así, Morena superó al PRI por 66 mil 851 votos; es decir el tricolor obtuvo un millón 812 mil 575 sufragios, contra un millón 879 mil 426 sufragios de los morenistas.
De esta manera, el priismo mexiquense fue desplazado a una segunda posición por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Pero ese no fue el único cambio importante en la geopolítica mexiquense, ya que el Partido Acción Nacional (PAN), bajó del segundo al cuarto lugar en preferencias electorales, al haber obtenido solamente 685 mil 563 votos.
En el lugar del panismo se posicionó el PRD, con un millón 87 mil 608 sufragios, que con un cómodo margen le dio el tercer sitio en el escenario político.
También, es definitivo que los partidos de la “chiquillada” -incluido el PT que en el último momento se alió con Morena-, quedarán fuera de las prerrogativas del año próximo; ninguno logró el tres por ciento mínimo de votos, para acceder a financiamiento público.
Los resultados de la contienda podrían ser referente para el 2018 en el Estado de México, en la elección para renovar el Congreso Local y los 125 municipios. "Serán elecciones concurrentes", dijo el politólogo Eduardo Campa Garduño.
A partir de estos resultados, el tricolor deberá evaluar si le conviene ir a las alcaldías y distritos que hoy gobierna, con los mismos alcaldes y diputados o definitivamente, postular nuevos aspirantes, añadió el académico de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Por María Teresa Montaño