El sol aún no iluminaba las calles de Culiacán cuando un grupo de hombres se acercó de manera sospechosa a los distribuidores del semanario Riodoce. Su oferta era sencilla: les entregaban todos los periódicos antes de que salieran a la venta y ahí mismo se los pagaban en efectivo. Sin preguntas y sin problemas.
Lo mismo hicieron con los voceadores del periódico La Pared, una publicación con sede en Culiacán distinguida por su cobertura del crimen organizado en la entidad. En ese caso la amenaza fue más fuerte: o nos los venden o los matamos. Les vendieron los periódicos y fue la última edición impresa que publicaron.
Las requisas de periódicos son una estrategia de los carteles mexicanos. Cuando quieren evitar que se difunda información compran todos los periódicos antes de que salgan en circulación.
Las ediciones del domingo 19 de febrero de Riodoce y La Pared contenían un mensaje de Dámaso López aclarando que no atacó a los hijos de Joaquín Guzmán Loera el pasado 4 de febrero.
La misiva de Dámaso fue enviada a través de un emisario a las redacciones de ambos periódicos. Como medida de seguridad los directivos de medios acordaron publicar el mensaje el mismo día para no ser señalados directamente.
La estrategia no funcionó y la compra total de los periódicos dejó en evidencia el desagrado que habían provocado de alguno de los grupos antagónicos: Los Chapitos, como se les conoce a los hijos de Guzmán, y los Dámasos. A pesar de que fue considerado como el brazo derecho de El Chapo, Dámaso se convirtió en su enemigo acérrimo. La reciente detención de Dámaso y la extradición del Chapo generaron un vacío de poder entre los grupos rivales del Cartel. Como consecuencia se elevaron el número de asesinatos y balaceras en la entidad, explicó el periodista Alejandro Sicairos, director de la revista Espejo y antiguo compañero de Javier Valdez. La requisa de periódicos fue un “punto álgido” para Sicairos; detectó que ambos medios estaban en riesgo, sobre todo Riodoce, porque continuó circulando. Por Redacción HeraldoSi antes el Cártel de Sinaloa era un peligro para el periodismo, con esta disputa se ha convertido en cinco o seis peligros:Alejandro Sicarios, periodista de Sinaloa.