El ser considerada una de las ciudades industrializadas más importantes del país, ha sido factor para que el uso de la bicicleta en Monterrey y su zona metropolitana está delimitado a diversas áreas o proyectos específicos, pues se otorga una mayor importancia al uso del automóvil.
La aplicación de recursos en proyectos de movilidad urbana se basan en mejorar vialidades o desarrollar nuevos ejes viales, sin analizar otros sistema masivos de transporte, como sería la bicicleta, que ayudaría a reducir los altos índices de contaminación que registra Monterrey.
Así lo señaló David Pulido Acosta, coordinador de Gestión y Proyectos del colectivo Pueblo Bicicletero, al enfatizar que en el área metropolitana un 50 por ciento de la población se mueve en automóvil.
Un 30 por ciento de la población usa el transporte urbano, como camión, ecovía, Metro, pero solo entre 0.4 y 0.5 por ciento de las personas se transporta en bicicleta, indicó.
Expresó que datos de expertos de la encuesta Origen-Destino 2012 indican que en la zona metropolitana se realizan unos 52 mil 510 viajes diarios en bicicleta, pero en la Encuesta Ingreso-Gasto se señala que son 57 mil 900 personas que utilizan la bicicleta al día para ir al trabajo, lo cual equivale a 126 mil viajes diarios.
Resaltó la falta de planes o proyectos de las autoridades para impulsar el uso de la bicicleta como un medio de transporte, pese a que apoyaría a reducir el índice de contaminación en Monterrey, considerada como una de las más contaminadas del país, por encima de la Ciudad de México.
El representante del Colectivo reiteró que Monterrey está rezagada en el tema del uso de la bicicleta en comparación con México y Guadalajara, donde se ha brindado un gran impulso a este medio de transporte y se ha destinado presupuesto público.
En la ciudad, dijo, “no hay una bici escuela, como en Guadalajara o Ciudad de México, no hay programas educativos sobre la materia, ciclovías urbanas, no hay una promoción de la bicicleta, ni tampoco un manual que nos ayude a fomentar la práctica segura” de la misma.
Destacó además, que no hay campañas de información para difundir su uso, “no hay interés ni la voluntad política para echar andar estos proyectos en una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica”.
Pulido Acosta consideró que se requiere de una política de movilidad sustentable que combine todos los transportes públicos, incluyendo la bicicleta.
“¿Cuánto tiempo vamos a esperar a que el caos vial sea más alto, cuántas muertes por las condiciones viales tenemos que aguantar hasta que se les ocurra hacer estos cambios?”, cuestionó.
Manifestó que han expuesto su mensaje a través de la plataforma Alcalde cómo vamos” donde los nueve municipios tienen el compromiso de construir una obra pública donde estén considerados los usuarios de todos los transportes”.
Entre estos compromisos, se ha forzado a los municipios para que se lleve a cabo la actividad “Paseo Metropolitano”, donde se cierran vialidades de Monterrey, San Pedro Garza García, Santa Catarina y Guadalupe y donde las personas pueden tomar las calles libres de autos, disfrutarlas y recorrerlas en bicicleta.
Como la actividad se realiza una a dos veces al año, las personas piden que sea más continuo, o que se tenga una vía recreativa como la que se tiene en el municipio de San Pedro denominada “San Pedro de Pinta”.
Esta última actividad se lleva a cabo todos los domingos en el municipio sampetrino, cerrando a la circulación varias calles para dar paso a los peatones, ciclistas, patinadores que hacen un recorrido de cinco kilómetros a la redonda.
Asimismo, se ha propuesto la implementación de un Biciplan, el cual consta de cuatro etapas o componentes, dos de ellos dedicados a la socialización como educación, regulación y difusión.
Otro referente a servicios, es decir contar con bicicletas públicas, talleres y bici- estacionamientos y uno más, físico, es decir contar con una red de 750 kilómetros de distintos tipos de espacio, el cual constaría de una inversión de unos 400 millones de pesos en un promedio de cinco años.
El presupuesto estimado, dijo, es el equivalente a la construcción de dos pasos a desnivel, a donde se destinan la mayor parte de los recursos, dando privilegio al automovilista y no a quienes utilizan la bicicleta y que recorren de tres a cinco kilómetros, “y los hay quienes hacen hasta 10 kilómetros diarios”.
Pulido Acosta refirió que el objetivo del Biciplan es impulsar el uso de la bicicleta como un medio de transporte en el área metropolitana.
Consideró que aún falta mucho por hacer, para lograr posicionar el tema “de que la bicicleta de que no es un juego o deporte, pues mucha gente nos transportamos en bicicleta”.
“Se trata de vidas que están en situación de riesgo porque ésta ciudad no nos garantiza una infraestructura segura, no nos da un acompañamiento de la aplicación de la ley”, dijo.
“No se genera ese hábito de la ciudadanía de respetar a otros usuarios –de transporte- pues los automovilistas se creen dueños de nuestras calles y eso se debe cambiar”, expresó.
Refirió la facilidad con que se puede obtener una licencia de conducir “pero no se genera una conciencia del riesgo, “los automovilistas culpan a los peatones y ciclistas –de los accidentes- cuando nosotros vamos a una velocidad menor”.
En el nuevo reglamento homologado de tránsito que recién se aprobó en la zona metropolitana, “tenemos derecho de circular en la ciudad por un carril, pero de nada sirve mientras la autoridad no lo aplique, sino hay un policía cuando un automovilista te éste amenazando con atropellarte a una alta velocidad y el policía no hace nada”.
En Monterrey, el Parque Fundidora es uno de los principales lugares donde se puede practicar el uso de la bicicleta de una forma segura, además de contar con la renta de las mismas, tanto para adultos, así como triciclos para los menores.
Su denominado bulevard Acero, consta de 3.5 kilómetros de largo y 14 metros de ancho, el cual rodea las áreas verdes del Parque y es el preferido por las personas para recorrerlo a pie, corriendo o en bicicleta.
A diario es común que las personas se trasladen en automóvil con sus propias bicicletas para recorrer la zona o enseñar a los más pequeños a utilizarla, en tanto que otros las rentan en el sitio y realizan el recorrido del circuito.
Por Notimex



