Las oficinas del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, cuyas actividades fueron espiadas por Pegasus, el software que la empresa israelí NSO Group vende exclusivamente a gobiernos para vigilar a criminales y terroristas, fueron allanadas; denunció la abogada Karla Micheele Salas.
Diversas organizaciones nacionales e internacionales acusaron que Pegasus fue utilizado por el gobierno mexicano para espiar a civiles, defensores de derechos humanos y a periodistas que trabajan en temas especiales. El escándalo estalló este año y generó el hashtag #GobiernoEspía.
La también directora de dicho Grupo detalló que los hechos ocurrieron el domingo 19 de noviembre en la colonia Narvarte y que en el acto, los delincuentes se llevaron seis computadoras además de varios documentos referentes a algunos de los casos en los que actualmente trabajan.
"Dimos aviso a la policía esa misma noche, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ya inició la investigación.
Seguiremos dándole seguimiento a la denuncia y hemos reforzado nuestras medidas de seguridad porque creemos que lo que hacemos en el Grupo es importante para las víctimas. Esto no va a impedir que sigamos trabajando a favor de la justicia", aseguró Karla Micheele Salas.Apenas en agosto pasado, se dio a conocer públicamente que Karla Micheele Salas y su colega David Peña habían sido dos de las víctimas del sistema de espionaje de alta tecnología Pegasus, El allanamiento ocurrió a pesar de que, desde 2008, tanto Salas como Peña cuentan con medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. La protección les fue otorgada debido a que recibieron amenazas por su labor en Ciudad Juárez, donde han documentado casos de feminicidios. Actualmente, el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social trabaja en perfiles de casos como el de Dafne, la joven que dio a luz de forma fortuita en el baño de un Liverpool y que está acusada de homicidio, el de tres víctimas del multihomicidio de la colonia Narvarte, el caso de Digna Ochoa ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el de Alejandra García Andrade, asesinada en Ciudad Juárez, el de la desaparición de Esmeralda Castillo, el de otros cinco casos de violencia de género en San Luis Potosí, así como uno de pederastia en la Ciudad de México.
El Grupo en busca de apoyo
Karla Micheele Salas agregó que, a través de la organización internacional Hip Give, el Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social busca recaudar fondos para adquirir material audiovisual que les permita seguir defendiendo los derechos de las mujeres a través de mini historias grabadas en video. "A través de la Fundacón suiza OAK Foundation y de Hip se hacen campañas de recolección de fondos. Su fuerte es el litigio estratégico y para nosotras, una forma de transformar la realidad de mujeres y niñas de este país es acompañando procesos de acceso a la justicia: casos de feminicidios, de violencia sexual y otras graves violaciones a los derechos humanos, como el de las mujeres que están presas injustamente. "Acompañamos el litigio estratégico con una forma de comunicar de manera distinta, desde la perspectiva de género, donde a través de las redes sociales, y la difusión de imágenes y video también logremos concientizar a la sociedad sobre las violaciones a los derechos humanos. Creemos que esto puede generar cambios positivos". https://www.youtube.com/watch?time_continue=12&v=c34LpbQ6Ieo Salas añadió que en un país como México, en donde los grados de impunidad suelen ser alarmantes, es importante hacer visibles los casos porque eso puede inspirar a otras mujeres a denunciar.Hay mujeres que pueden ver esos videos y darse cuenta de que es posible cambiar las cosas, alcanzar la justicia, creemos que las podemos inspirar a continuar con su denuncia y exigir justicia".Actualmente se están juntando fondos a través la página hipgive.org para obtener material que les permita hacer esos materiales audiovisuales, pero a raíz del allanamiento, el Grupo también espera poder adquirir una computadora para poder seguir trabajando. POR DALILA CARREÑO